viernes, 13 de mayo de 2016

En blanco

En la universidad nunca llegué en blanco a un parcial, era más bien ñoño y estudiaba para todos o, por lo menos, tenía alguna idea de los temas que posiblemente nos iban a preguntar. Una vez me tocó uno de los profesores más duros de física eléctrica y era difícil llegar preparado a un parcial, no porque no se hubiera estudiado sino porque nos podía salir con cualquier cosa. 

Como era imposible determinar que nos iba a preguntar, decidí no clavarme en esa materia y estudiaba para tener un ligero conocimiento de los temas. Siempre soñaba con inspirarme el día parcial, evento que  nunca sucedió.

En nuestro curso habían muchos repitientes, de los cuales conocía a muy pocos.  Para el tercer parcial, cuando uno ya sabe si se va a tirar o no la materia, uno de ellos quedó sentado enfrente mio.  

Ese día, después de que el profesor repartió los temarios, yo saqué mi hoja examen y me puse a escribir y hacer todo tipo de cálculos.  Pasada media hora, mientras intentaba salir lo mejor librado del examen, el repitiente cálculo el instante preciso para darse media vuelta y rapar mí hoja. 

Como quede sin nada encima de la silla,  rápidamente saqué una hoja de un cuaderno y fingí escribir en ella, mientras tecleaba la calculadora, con miedo de que el profesor se me acercará a preguntar donde estaba mi hoja de examen.

Después de patearle la silla al raponero de parciales, por unos 3 minutos, finalmente me la devolvió, bastante arrugada. Era claro que él había llegado al parcial en blanco. 

AL terminar el semestre pasé esa materia raspando, ojalá mi humilde examen le haya servido al repitiente. 

jueves, 12 de mayo de 2016

Sillas de parque


Me compro un café después de almuerzo y   me siento en un lugar que tiene 6 sillas de parque rodeadas por árboles y jardines.  Es un espacio muy tranquilo; pienso que la eternidad sería perfecta si fuera exactamente como este lugar y momento.  Hace buen clima, algo de sol y una ligera brisa contrarresta el calor. En medio de mi contemplación, coincidencialmente suena Present Tense, en mí reproductor MP3.


"Do you see the way that tree bends, does it inspire?
leaning out to catch the sun rays, a lesson to be applied"


En una de las sillas dos señores charlan con un lustrabotas, que se esmera en sacarle el mayor brillo posible a los zapatos del hombre que lleva un traje  azul oscuro, camisa azul clara y corbata morada.  El amigo que lo acompaña gesticula con las manos y no para de hablar,  ¿de qué?  ¿De la firma del acuerdo de Paz?  ¿De Fútbol?  ¿Estarán, como dicen, arreglando el país?

Una señora llega e inspecciona rápidamente el lugar con sus ojos , para seleccionar la silla en  la que se va a sentar; escoge la que queda justo a mí lado.  Luego de sentarse, destroza con ansiedad el papel celofán que envuelve una caja de cigarrillos, saca uno, y en un par de movimientos ágiles lo prende y comienza a darle caladas profundas, mientras observa la gente que pasa y se pierde quien sabe en qué tipos de pensamientos.

Al frente, a unos 2 metros, un jardinero recoge hojas y ramas del piso, y las hecha en una caneca azul de plástico.  Al rato se va y deja  la caneca, más sus utensilios, un rastrillo y una escoba, como espectadores inertes del paisaje.

Los hombres que están con el lustrabotas se ponen de pie y se van.  Este último se para y mira para todos los lados, como pensando "Estoy más que listo para brillar cualquier clase de zapatos".

La mujer del cigarrillo se lo termina rápido, se para y se va de afán. Un hombre de barba, gafas de marco negro grueso, pantalón color caqui, camiseta roja y tenis llega con una mujer que lleva puesta una chaqueta café y un vestido blanco de rayas negras horizontales.  Ambos toman café y conversan mirando al horizonte, algunas conversaciones no necesitan contacto visual.

Se acaba Present Tense, y un riff de guitarra poderoso de una canción de Black Sabbath me saca de mi estado contemplativo, le doy un último sorbo al café, ya frio, me paro y abandono la eternidad.


miércoles, 11 de mayo de 2016

Vestimenta

No me agradan los matrimonios. No porque las personas se casen, eso me trae sin cuidado, sino porque implican un gasto no estipulado.   En ocasiones es solo el regalo (sobre), pero a veces también toca invertir en la vestimenta.  Cada vez que me llega una invitación, espero que no diga que  los hombres tiene que ir de corbata negra.  Si fuera un vestido con corbata negra no habría problema alguno, o si porque no tengo ninguna corbata de ese color; pero no entiendo por qué le dicen así al smoking, en fin.

Dentro de una semana tengo un matrimonio y afortunadamente lo hombres tienen que ir de Corbata y las mujeres de  vestidos de colores, no me pregunten por qué, eso es lo que dice la invitación.

Una vez me invitaron a uno, donde la vestimenta para hombres y mujeres era: traje informal chic (¿Qué carajos es eso?). Con esa palabra, lo primero que se me vino a la mente fue una bufanda y un sombrero, me los puse mentalmente y pensé "pero que ridiculo me veo". A la larga decidí darle el significado de casual a la palabra chic, y me fui con una pinta que se suele conocer como "decente", un decente chic.

Un amigo que también está invitado se rehúsa a ponerse corbata, y me cuenta que ni siquiera en su grado se la puso.  Le voy a contar sobre mi episodio chic a ver si se le mide a un sombrero y una bufanda.


martes, 10 de mayo de 2016

Decisiones

Hace un par de semanas tomé un taxi y luego de darle la dirección al conductor me puse los audífonos.  El taxista iba hablando por el manos libres, y al parecer conversaba con su mujer:

" ¿Y usted qué opina? tiene que opinar algo.  Tome decisiones propias, esas son las mejores decisiones.   ¿Y cómo quedó eso?  ¿Cortado o pegado?".

Al parecer el taxista dejo encargada a su pareja de un arreglo en la casa, el cuál no quedo bien, tal vez por la falta de decisión propia.

"Si se corta, eso se abre, ¡que vaina! y tan bonita que estaba esa vaina.  Mejor quitar esa vaina de una vez y poner de nuevo el blanco.  Eso se daño (me imagino que hacía referencia a la vaina) y toca botarlo.  Que pongan el otro (que vendría a ser la otra vaina blanca),  ¿bueno? Chao, chao.

El taxista colgó, murmuro un par de palabras y afortunadamente no intentó iniciar una conversación conmigo sobre la vaina esa.
  
Ese día pensé en lo que dijo el taxista: "Tome decisiones propias, son las mejores", ¿En serio lo son?  Es probable que no.  Decidir se ha convertido en un sinónimo, errado o correcto, de libertad. 

 La verdad es que tendríamos menos angustias si no nos tocara decidir y si la mayoría de nuestras acciones no tuvieran disyuntivas, sino que fueran binarias; también que  pudiéramos saber el resultado de ambos caminos.  Así, decidir sería hasta divertido.  

Las decisiones propias tal vez no siempre sean las mejores, pero  buenas o malas, son las nuestras y son las que primero debemos aceptar.

lunes, 9 de mayo de 2016

Verdades

Verdades hay muchas y ni modo de saber si son mentiras.  Cada uno le confía su vida a ciertas verdades, o mentiras, como punto de partida.  Las mías son , sin ningún orden en particular, escribir y leer.  De esas verdades se desprenden un montón de actitudes, creencias y posiciones frente a la vida.

El problema con nuestras verdades es que es difícil que coincidan con las de los demás, y otra persona puede considerarlas como como viles y tontas mentiras.  Queremos que todos entiendan nuestras verdades y por eso las vamos pregonando por ahí como si nada y esperamos  que otros las adopten.  Por eso nos da duro estrellarnos con las de los demás y mucho más que critiquen las nuestras.

Creo que uno de los métodos para no enredarnos en y con la vida, es aceptar y creer en nuestras verdades, pero no basarnos en ellas para dar cantaleta a las personas que nos rodean, al mismo tiempo que ampliar nuestro punto de vista para entender parte o la totalidad las de los demás. 

domingo, 8 de mayo de 2016

La Manilla

Una vez en la universidad tomé una electiva de Alemán.  El curso era pequeño y eramos estudiantes de diferentes facultades.  Desde la primera clase Marcela, una mujer de pelo largo negro y rasgos finos, me llamo mucho la atención.

En clase me gustaba hacer ejercicios con ella porque tenía un ligero conocimiento del idioma.  Me fascinaba cuando le tocaba leer, porque su pronunciación era buena.  Pocas fueron las veces que conversé con ella  temas no relacionados con la clase, y las veces que traté de abordarla luego de que la clase se terminara fueron en vano, pues ella salía del salón a paso rápido, casi trotando, como si no pudiera desperdiciar un minuto de su vida.

Un día le conté a una amiga que estaba tomando esa electiva con Marcela, pues sabía que eran de la misma facultad.  Mi amiga se sorprendió y me preguntó que si yo sabía quien era ella.  Le dije que no.  Mi amiga me contó que la habían secuestrado. Mi amiga no sabía gran cosa acerca de ella, así que en eso quedo la conversación.  Lo último que me dijo fue: "Fíjate que ella tiene una manilla.  Fue su compañía durante su cautiverio".

La próxima vez que vi a Marcela después de la conversación con mi amiga, no pude evitar mirar su muñeca derecha.  Ahí estaba la manilla.  Era burda, fea, más bien unos hilos de tela entrelazados y atados de alguna manera.

Ese día me senté atrás de ella, y  en medio de varios: "Ja, richtig, jawohl, wie geth, kannst du bitte vorlesen", vi como acariciaba constantemente su manilla.

Varios años después me la econtré.  Luego de saludarla ella sonrió y me contesto: "Herr Rodríguez, wie geth es dir? (Señor Rodríguez, cómo está?). Ese día no miré su muñeca, me imagino que si los hilos son resistentes todavía la lleva con ella, a manera de un amuleto que le da fuerza. 

jueves, 5 de mayo de 2016

5-0

5 a 0 es sinónimo de paliza, muenda, atendida, etc.  También, por breves ratos, significa acariciar una perfección que en realidad no existe, como el partido de Colombia-Argentina en las eliminatorias para el mundial de 1994.

Esa perfección resulta extraña, como venida de otro mundo o dimensión, pero siempre que ocurren esos acontecimientos donde todo marcha a la perfección, nunca evaluamos su razón de ser  a profundidad , simplemente los celebramos.

Después de la clasificación llegó el mundial.  Creíamos que la selección tenía un equipo que podía luchar por la Copa, y junto con ese triunfalismo llegó el autogol de Andrés Escobar, que al parecer  acabo con todo el buen juego del equipo. 

Ese simple hecho, un berraco gol, tal vez contribuyo, en gran parte, a la eliminación del equipo y sentencio a muerte a ese gran defensa, que vaina más ridícula, en fin.  

 ¿Si aceptamos cualquier 5-0 de la vida de esa forma tan alegre y como si nada, por qué no somos capaces de aceptar, sin darle tantas vueltas, esos autogoles  que a menudo  nos metemos? Sólo son goles; además, así logremos empatar, no vamos a tener oportunidad de jugar tiempo extra.

"Sí hay que asumir el juego, sí se debe interpretar el papel que haga 
menos grave el paso de uno por la vida, se debe encontrar, en
 pocas palabras, la manera propia de hacerse el pendejo, de 
resignarse en paz, para no andar por ahí reclamándole al destino
 lo que no nos dio."
- Autogol -