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sábado, 1 de noviembre de 2014

Sin Disfraz

Otro Halloween más en el que no hago nada, otro en el qué no voy a ningún tipo de fiesta o lo celebro de alguna manera.   ¿Por qué celebramos el Halloween? Vaya usted a saber, igual no importa, es decir, cada quien puede celebrar lo que se le de la gana en el momento que lo crea apropiado, pero  ¿Qué significa que a uno le digan feliz día de Halloween?. Igual nada importa:

¡Si no existe nada que importe, no hay nada por lo que enfadarse!
   ¡Y si no existe nada por lo que enfadarse tampoco existe nada por lo
que pelearse!"
- Jane Teller, Nada -


Hace mucho que no me disfrazo.  Creo que esa es la razón principal por la cual me da pereza salir.  no me gusta esforzarme en diseñar un disfraz muy elaborado, como a muchos otros, que  veo que les encanta y se divierten haciéndolo.

Mi disfraz siempre fue de hippie:  Una ruana de indigena vieja que tengo por ahí, una banda de tela amarrada en la cabeza, gafas negras, y alguna maricada  que me pintaba en la cara, como el símbolo de la paz; la verdad un disfraz poco creativo. Durante muchos años seguidos ese siempre fue mi disfraz. 

 En una ocasión, una amiga que vivia en Cedritos hizo una fiesta en su casa.  Yo y tres amigos, decidimos salir ese 31 a última hora.  Al final optamos por ir a la fiesta de mi amiga, confiando en que iba a haber mucha vieja sola, según me había contado ella.   Un hombre siempre soñará con ese sitio repleto de viejas solteras, donde todas sean unas mamasitas.

Llegamos a al lugar de la fiesta convertidos en un hippie, monje, negro  y punketo.  La fiesta estuvo muy mala.  Había poca gente,  y no recuerdo haber visto ni a una vieja sola.  No recuerdo que hicimos, si solo tomamos o que.  

Finalmente decidimos marcharnos.  Cuando nos subimos al carro, este no prendió.  Tuvo que haber sido muy chistoso ver a un negro, un hippie y un monje empujar un Montero a altas horas de la noche.

Espero que la estén pasando o la hayan pasado muy bueno en sus respectivas fiestas de Halloween de este año.

viernes, 31 de octubre de 2014

El fin de la raza humana

Ayer falté a una reunión.  El hecho de no haber asistido puede cambiar el curso de la humanidad. Si, yo sé que usted dira:"¡no pues! tan importante su presencia", pero uno no tiene ni la más mínima idea de como un pequeño incidente puede generar una acción devastadora en cadena.

Para nadie es un secreto que la cantidad de basura que diariamente llega al E-mail es impresionante. Yo no abro todos los correos, pero siempre miro rápidamente el asunto de cada uno; nunca se sabe cuando un mensaje de Natalie Portman, por ejemplo, en el que expresa sus locos deseos de conocerlo a uno, se encuentra en alguna de las bandejas.

Todavía,
como le narré en esta entrada, me siguen llegando las facturas de un Doppelgänger que vive en la calle Spiro Cnel Samuel Miguel.  Él o yo, al parecer, ya estamos más endeudados que el berraco.

Ayer me llego un mail que tenía como asunto la palabra "Convocatoria". Pensé que era una oferta de trabajo (de las cuales desconfío desde que me llegaron un par de ofertas para ser secretaría en Soacha, y no es que tenga nada en contra de ese sector o de las secretarias) pero era una invitación a una reunión:

"Lugar: Salón Barreto
hora de Inicio: 14:30
Tema a tratar: Charla de manejo a persona infectada de EBOLA."


En un principió me preocupé ¿Sabía de la reunión y se me borró por completo de mi cerebro? Ayer me paso algo similar, había organizado un almuerzo con dos amigos y me llamaron a las 12:30 para preguntarme donde andaba, el evento se había esfumado por completo de mi cabeza.

Repasé mis recuerdos para ver si alguna vez había estado en un auditorio con ese nombre, pero no. La única relación que tengo con el apellido Barreto, es una ingeniera de sistemas que conocí en un trabajo hace ya varios años.

La persona que me envió el Mail es un tal Leo Morachini. Me entero ahora que ese aeropuerto queda en Venezuela. El mail, a pesar de su terrible redacción, tenía la información justa para despertar interés y crear algo de tensión.  A continuación lo copio textualmente:

"Los Pasajeros alrededor del sospechoso infectado de Ebola deben de permanecer 21 Dias. En el aeropuerto de aviancion General José Antonio Anzoategui Tiene Un lugar asignado para el resguardo de los pasajeros mientras las autoridades competentes indiquen donde tienen que ir."

"En caso de que un tripulante del avión sospecha que una persona presenta los sistomas debe de resguardarlo cerca del baño y el baño va hacer solo para uso del sospechoso."

"El Saime debe de facilitarle la atención a los pasajeros. Todo ellos con un traje de protección y medidas preventivas.
"

¿Que carajos es un Saime? ¿era Jaime y equivocaron al poner una S en vez de una J? El punto es que muy probablemente alguien que trabaja en ese aeropuerto se perdió la charla, y no va a tener ni la más mínima idea de como tratar a una persona con o que posiblemente tiene Ébola. No va contactar a Saime o Jaime, y ni hablar de que utilice esos trajes que parecen adecuados para viajar al espacio. Ese señor, el cual debía haber sido yo, va a dejar que el virus entre en Venezuela como si nada.

Si un brote de Ébola arranca en estos días en Suramérica, quiero dejar claro que no fue mi culpa y siento como precedente esta entrada. Ojalá las autoridades  venezolanas tomen las medidas necesarias,  y repitan la reunión, para asi detener ese posible  incidente que dará paso a la aniquilición de la raza humana.
 
"We need to prepare ourselves for the possibility that sometimes
 big changes follow from small events, and that sometimes these
 changes can happen very quickly."
- Malcom Gladwell, The Tipping Point -
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