martes, 11 de noviembre de 2014

Frío y Calculador

Frío y calculador.  Juego de palabras que tiende a cliché, el cual todos hemos oído alguna vez en nuestras vidas.  ¿Que diablos significa ser frío y calculador?  Si separamos las dos palabras, en las definiciones para la primera se encuentra hasta una de connotación sexual (Indiferente al placer sexual).  Calculador si aplica mejor para el significado que pretende abarcar la expresión, al ser aquella persona que actua de determinada manera para obtener algo.  

 Entonces más bien solamente se debería decir que alguien es calculador.  La primera palabra hace bulto y no es precisa. Por otro lado  ¿Podría decirse también que alguien es "caliente y desprevenido"?

El punto es que nadie es de una determinada manera, es decir, ninguna persona es mala clase, buena gente, odiosa(o), tierna(o), etc.  Todos somos de acuerdo a nuestro entorno y lo que recibimos de este y en el momento menos pensado, la persona más buena gente puede convertirse en el atarban más miserable de este mundo.

"Character isn't what we think it is or rather, what we want it to be.  It isn't 
a stable easily indentifiable set of closely related traits, and it only seems 
that way because of a glitch in the way our brains are organized"
-  The Tipping Point - 

Entonces parece que a la larga nadie se salva de "fingir" o que lo hacemos sin darnos cuenta y no somos de ninguna manera determinada.  Si por alguna razón, Por ejemplo, terminamos con un grupo de personas en una isla abandonada, muy seguramente esa cordialidad y amabilidad de nuestra vida urbana se ira al carajo, pues nuestro instinto de supervivencia sacaría lo peor de cada uno.

A pesar de todo esto nos esforzamos por mostrar una conducta coherente y/o decente, mientras que la verdad,si no estamos locos es de puro milagro.  Deberíamos más bien, actuar de forma más relajada y sincera, sin forzar nuestras conductas.

         "But I imagined a world in which each individual might be about to play the lover,
the benefactor, the sponger, the attacker, the friend: and once known as one of those, the
next day might yet be anything.  Would we pay attention to this person? Would life be boring?
Would life be livable?  "
- The Dice Man -

lunes, 10 de noviembre de 2014

Delgada Línea

Existen muchas delgadas líneas a lo largo de la vida.  A diario, aunque suene algo trágico, todos caminamos sobre una como si fuera una cuerda floja; la delgada línea entre la vida y la muerte.  Si hoy continuamos vivos es por puras cuestiones probabilísticas.  Definitivamente la muerte o la vida, depende del punto de vista, es una delgada línea que siempre estará presente.

    
Existen otras tres delgadas líneas que son supremamente importantes, afectan nuestro diario vivir y definen muchas de las cosas que nos pasan.  Estas son: la de la opinión, critica y juzgamiento. Es muy complicado hacer equilibrio en ellas, y no somos del todo conscientes en que momento saltamos de la una a la otra como si nada.

Creo que los tres conceptos son el mismo, pero cada uno tiene un nivel de picante diferente.  Todo empieza, creo yo, en una idea que se convierte en opinión; lo complicado es que por más que creamos que solo tenemos una en nuestra cabeza o que la  estamos expresando, otras personas la pueden tomar como una crítica.  En este orden de ideas la opinión y la crítica serían mutuamente excluyentes.

Por último, con el nivel de picante más bravo, hasta casi un veneno, se encuentra el juzgamiento.  Esa actitud donde nos cerramos ante cualquier idea, opnión y/o crítica que nos expongan y comenzamos a juzgar a diestra y siniestra.  De dicho estado escasamente se salva el Dalai Lama, de resto todos somos unas máquinas programadas para juzgar, y aun así solemos catalogarnos como personas creativas e innovadoras, cuando esta claro que ese acto de juzgar aniquila de manera fulminante cualquier conato de proceso creativo.

 ¿Que hacer? ¿Cómo no pasar de la delgada línea de la opinión a la de la crítica o peor aun a la del juzgamiento?  Indiscutiblemente nos toca vivir  más relajados y abiertos a cualquier cambio en nuestro entorno.  Apostarle a una opinión sincera y poco pretenciosa, que si se convierte en crítica, esta sea constructiva, y evitar a toda costa caer en el estúpido juego del juzgamiento.  

 ¿Sobre cual delgada línea camina usted, estimado lector?

viernes, 7 de noviembre de 2014

Ser un Imbécil

Hay personas que son imbéciles a propósito y otras que lo son sin darse cuenta.  Yo pertenezco al segundo grupo.

Una vez en la universidad tuve un parcial de Termodinámica, una palabra que agranda una materia que a la larga no es tan  complicada, para lo que le alcanzan a enseñar a uno. En ese entonces, en ocasiones, antes de un parcial me daban muchos nervios, a pesar de haber estudiado mucho. Una vez, en un parcial de Termodinámica una de las secciones era de selección múltiple con 5 opciones de respuesta.  

Justo en la fila de al lado quedo ubicado J.  A J lo conocí ese semestre, era un tipo que no hablaba mucho, pero era, en ese entonces, buena gente y responsable (afirmo esto solo porque hacia doble programa).  Después de un par de clases me di cuenta que había perdido las falanges de sus dedos o que estas nunca se le habían desarrollado.  Nunca le pregunté nada relacionado con el tema, igual tampoco era algo del otro mundo.

Ese día del parcial yo estaba nervioso.  Antes de entregar el cuestionario, el profesor nos explico cómo estaba dividido el examen, y fue ahí cuando mencionó que unas preguntas eran de selección múltiple.  Apenas dijo eso, volteé a mirar a J y le dije: "Oiga,  para las prguntas de opción múltiple,por si acaso, la a. es el dedo meñique la b. el anular y asi sucesivamente hasta llegar al pulgar. La Idea era que si aguno de los dos sabía la respuesta, tan solo tenía que levantar el dedo y así el otro sabría cual era la opción, una técnica bien estúpida para hacer copia.

Apenas terminé de comentarle mi plan a Jaime, sonrió y  al mismo tiempo que me mostraba una de sus manos me dijo "Pero,  ¿Y yo como hago?.

Ese día aparte de la pena tan tremenda que me dio, me sntí como la persona más imbécil de todo el universo.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Chichigua

Me sigue en estos momentos en twitter una tal Hedi que dice vivir en Estados Unidos.  Hedi sale sonriendo en la foto y en su bio le indica al mundo entero que puede venderle a cualquier usuario de twitter 10.000 seguidores por tan solo 39 Dólares.

Eso quiere decir que para Hedi como usuarios de twitter solo costamos miseros 0,0039 dólares y si lo quiere ver peor  8,11 pesos Colombianos.  En últimas, como usuarios de twitter, valemos 24 veces menos que una menta helada, de esas que dan de postre después de comer un corrientazo.

 ¿Para qué diablos quiere uno comprar seguidores en twitter?  ¿Para ser alguien influyente?  ¿Para chicanear que se tiene un cojonal de seguidores de los cuales solo se conoce en persona a  unos 5? Obviamente saldrán a refutar lo que digo aquellos expertos en Social Media, que parecen abundar en estos días, y argumentaran, de alguna manera, por qué resulta tan vital tener miles de seguidores.

 Me pregunto  ¿Qué diablos significa tener 1, 2, 100, 1'000.000 de seguidores?  ¿Es proporcional el número de seguidores a nuestra calidad como seres humanos?.  La verdad no se por qué nos fijamos tanto, hoy en día, en esa pendejadas.  Seguidores, likes, favoritos, retweets, comentarios, etc. Si uno los analiza bien son cosas completamente insignificantes en esa tierra de nadie llamada internet.

8,11 pesos  ¿Puede usted creerlo estimado lector? una soberana chichigua.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Trancazo

Todos los trabajos deberían permitir trancazos.   ¿Cuántos alguna vez no le hemos dado un golpe al escritorio cuando algo no sale bien?  Si usted no pertenece a este grupo lo admiro.  A veces, creo yo, un manotazo puede ser lo más liberador, y la descarga perfecta de toda la frustación o rabia que podamos tener en un momento determinado.  Sin embargo es sumamente importante  tener en cuenta la superficie sobre la que se va a dar el golpetazo  y la fuerza que se le imprime al mismo. Lesionarse a causa de un trancazo mal dado resulta ridículo.

los cajeros y baristas deben ser unas personas que llevan a cuestas una inmensa sabiduría, la cual se recuesta en una actitud Zen la mayor parte de su jornada laboral.  Así es que por más que alguien trate de sacarlos de sus casillas  emputarlos, nunca perderan su compostura.

 ¿Cuál es la razón que argumenta mi teoría? es un hecho muy sencillo, ambos puestos requieren a lo largo del día la ejecución de muchos trancazos.  Hoy fui a un banco y al momento de realizar la transacción, pude ver la satisfacción con la que el cajero estampaba los sellos en la factura, un par de trancazos secos y contundentes que seguramente aliviaron todas sus penas o pensamientos confusos del momento.

Por otro lado están los baristas, quienes tienen  la bendición de tener que trabajar con un instrumento que se llama compactador de café.  Cada vez que lo deben limpiar, agarran esa especie de cuchara y le dan unos trancazos violentisímos a una especie de rodillo que se encuentra una superficie metálica.

 ¿A quién no le gustaría dar tal cantidad de trancazos todos los días?

martes, 4 de noviembre de 2014

Despertarse

Hoy me desperté de un momento a otro.  Abrí los ojos como asi alguién me hubiera movido o algo me hubiera sacado de mi sueño profundo.  Dicen que cuando eso ocurre lo mejor es inmediatamente  dar media vuelta e intentar dormirse lo más rápido posible,  pues mirar la hora nos quita, de cierta forma, la posibilidad de descansar de la manera en la que lo veníamos haciendo. Las veces en las que me despierto de esta manera, siempre me acuerdo de una película de miedo en la cual una vieja se despertaba siempre a las 3:00 a.m.

En ese momento pensé en escribir esta entrada, lo triste del asunto es que justo a las 5:20 a.m (Finalmente no me aguanté las ganas de ver que horas eran) mi cerebro conectó una serie de ideas que  iba a desarrollar en este escrito pero, primero, me dio pereza buscar mi libreta y anotar lo que se me estaba ocurriendo, y segundo si de pronto si lo hubiera hecho no habría encontrado un esfero negro de gel que al parecer se me perdió, debido al desorden en el que se encuentra mí apartamento porque lo están pintando.  Hoy volví a comprar otro esfero.  Aparte de ser un experto en botar sombrillas, también lo soy para perder esferos.

Pero bueno,  ¿Por qué carajos me desperté de un momento a otro, como si una chicharra (buena palabra esta) hubiera sonado dentro de mí cabeza?  ¿Tuve una pesadilla, la cual simplemente no recuerdo?  ¿Un Ente paranormal bajo la forma de un chiflón fue la causa?

Esta  última pregunta me recuerda que  una vez hace mucho tiempo,  en un estado de somnolencia vi, con los ojos entreabiertos,  como una gran sombra que llegaba casi hasta el techo, entró a mí cuarto y se sentó al borde de la cama.  Yo no le di mayor importancia al incidente.  Recuerdo que pensé "Mi papá se chiflo" (podría decirse también ¿Se "chiflón"?),  cerre los ojos y me dormí.  Al día siguiente le pregunte a mí padre para qué había entrado a mi cuarto.  Él me dijo que no habia salido del suyo en toda la noche. 

El hecho fue que  pesadilla, ente paranormal o lo que haya sido, hoy me levante con un cansancio tremendo, que solo se me quitó a eso de las 10 de la mañana.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Sin Disfraz

Otro Halloween más en el que no hago nada, otro en el qué no voy a ningún tipo de fiesta o lo celebro de alguna manera.   ¿Por qué celebramos el Halloween? Vaya usted a saber, igual no importa, es decir, cada quien puede celebrar lo que se le de la gana en el momento que lo crea apropiado, pero  ¿Qué significa que a uno le digan feliz día de Halloween?. Igual nada importa:

¡Si no existe nada que importe, no hay nada por lo que enfadarse!
   ¡Y si no existe nada por lo que enfadarse tampoco existe nada por lo
que pelearse!"
- Jane Teller, Nada -


Hace mucho que no me disfrazo.  Creo que esa es la razón principal por la cual me da pereza salir.  no me gusta esforzarme en diseñar un disfraz muy elaborado, como a muchos otros, que  veo que les encanta y se divierten haciéndolo.

Mi disfraz siempre fue de hippie:  Una ruana de indigena vieja que tengo por ahí, una banda de tela amarrada en la cabeza, gafas negras, y alguna maricada  que me pintaba en la cara, como el símbolo de la paz; la verdad un disfraz poco creativo. Durante muchos años seguidos ese siempre fue mi disfraz. 

 En una ocasión, una amiga que vivia en Cedritos hizo una fiesta en su casa.  Yo y tres amigos, decidimos salir ese 31 a última hora.  Al final optamos por ir a la fiesta de mi amiga, confiando en que iba a haber mucha vieja sola, según me había contado ella.   Un hombre siempre soñará con ese sitio repleto de viejas solteras, donde todas sean unas mamasitas.

Llegamos a al lugar de la fiesta convertidos en un hippie, monje, negro  y punketo.  La fiesta estuvo muy mala.  Había poca gente,  y no recuerdo haber visto ni a una vieja sola.  No recuerdo que hicimos, si solo tomamos o que.  

Finalmente decidimos marcharnos.  Cuando nos subimos al carro, este no prendió.  Tuvo que haber sido muy chistoso ver a un negro, un hippie y un monje empujar un Montero a altas horas de la noche.

Espero que la estén pasando o la hayan pasado muy bueno en sus respectivas fiestas de Halloween de este año.