martes, 14 de julio de 2015

Cuadriculados

Creo que hoy en día hay un gran afán por mostrarnos como personas creativas e innovadoras. Muchas veces queremos  dar esa apariencia de que somos súper abiertos a cualquier tema y relajados o como comúnmente se dice "Todo terreno".  La verdad es que somos cuadriculados para algunas cosas, y nos molesta que nuestros planes cambien, sin importar cual sea la razón. 

Creo que una de las claves para vivir tranquilamente es aceptar las cosas tal cual como vengan, sin echarle mucha tiza a los asuntos.  El tema me vino a la cabeza, porque yo a veces soy muy cuadriculado, y me molesta que los planes que tengo se alteren.

El sábado pasado tenía una reunión en un café por la mañana.  Decidí llegar al lugar antes para comer algo y terminar de leer un libro del que me faltaban menos de 50 páginas.  Al llegar al lugar me hice en la terraza, y pedí un capuchino y un rollo de canela.  Comencé a leer y me enganché por completo a la lectura. Mire el reloj y quedaban 45 minutos para comenzar la reunión, sonreí.  De repente otro de los asistentes llegó, me vio, y se sentó en mi mesa.  Me molesto un poco que mi lectura fura interrumpida pero al rato me paso, igual más tarde ese día, terminé de leer el libro.

Cuando estaba en la universidad, algo que me gustaba mucho era los trayectos en el bus, pues me conectaba a mi Walkman, mí MP3 de ese entonces, y echaba globos.  Mientras estaba en clase, esperaba que llegara ese momento intimo simple, pero que me traía paz.  En ocasiones cuando me disponía a disfrutar de mí sesión de música en el transporte urbano, me encontraba con alguien que decidía irse en  el mismo bus, y por lo tanto mi momento Zen se iba al traste.

Ambos casos, hasta cierto punto son bobadas, pero creo que lo que ocurre, por lo menos en mí caso, es que disfruto mucho esos momentos que son solo míos, en los cuales no tengo que interactuar con nadie más; a la larga todos somos más cuadriculados de lo que creemos y nos molesta el cambio por más pequeño que sea. 

lunes, 13 de julio de 2015

Free Writing

Ayer leí acerca de un ejercicio de escritura creativa al que le dan como nombre "Free Writing"; este consiste en sentarse y comenzar a escribir lo primero que a uno se le venga a la cabeza, sin cuestionar nada por más poco sentido que tengan las frases y el tema que le bote a uno el cerebro.

Se trata entonces de apagar ese editor o corrector de estilo que aparece cuando escribimos algo y dejar que las palabras fluyan, que los dedos se conviertan en el desagüe del cerebro.  Los gringos también llaman a esto Stream of consciousness.  Buscando un poco en internet, ese gran terreno donde la verdad y mentira caminan de la mano, me encontré una definición de ese término que me gusto : "tipo de escritura de ficción en el que el énfasis básico se encuentra en la exploración de los niveles anteriores al habla." 

Para no entrar en temas técnicos de niveles de conciencia, de los cuales claramente no sé, el punto es que el free writing no le apuesta a nada específicamente pero también le apuesta a todo, pues cuando le damos rienda suelta al cerebro y con la cantidad de información que podemostener guardada, quién sabe que temas puedan salir a flote.

Me gusto eso del Free writing, pues no hay necesidad en  fijarse si tiene sentido o no lo que se escribe. entonces no hay necesidad de rendir  cuentas acerca de lo que se escribe.

Deberíamos adoptar ese concepto para diferentes campos de acción en nuestras vidas, en los cuales aun seguimos muy pendientes del que dirán; así podríamos apostarle a un free living.

viernes, 10 de julio de 2015

Variedad

Creo que todos deberíamos procurar, independiente de cual sea nuestra profesión y/o trabajo, etc. hacer las  actividades de forma diferentes, es decir, evitar caer en una rutina donde actuamos como robots.  A veces no nos interesa cambiar nada, y la comodidad nos hunde en lo repetitivo.

Ayer estaba caminando y sonó una canción en mi mp3, esa gran arma de mi kit de guerra urbano, que después de 5 años de uso solo se le ha dañado la ruedita para adelantar canciones.  Cuando suena una canción que no quiero escuchar , debo acudir al botón ZAP" para que Ariadna, la mujer que vive dentro de mi MP3, me diga con su melodiosa voz "Zapping in" y así, el aparato pueda seleccionar alaetoriamente canciones que deja sonar por unos 3 segundos, para luego cambiar a otra.  Cuando por fin suena una canción que quien sabe por qué quiero escuchar en un momento determinado, nuevamente presiono el botón "ZAP" y Ariadna se despide con un sensual "Zapping out".

Ayer en ese proceso y, luego de dejar pasar varias canciones, por fin sonó "Hots on for nowhere".  Esta es  una canción que nunca adelanto, pues la batería de Bonham me parece asombrosa.  La canción cuenta  con la misma base musical, pero Bonzo le introduce tres ritmos diferentes, y dos los acompaña con ese golpe doble y único en el hit-hat que parece muy fácil , pero está tan cargado de feeling que es muy difícil reproducirlo idénticamente.   Luego la cierra con un un par de tripletas a toda velocidad, otro de sus sellos personales. Además la canción también tiene un aire funky que ayuda a que sea tan agradable.

Bonham habría podido conformarse con tocar un único ritmo para toda la canción y seguiría sonando bien, en cambio, decidió imprimirle variedad a su trabajo.

jueves, 9 de julio de 2015

Información

La información es como el aire; está ahí y todo el mundo puede "respirarla".  Resulta ridículo querer atesorarla y pretender tomar ventaja con ese acto.  Creo que ese comportamiento se debe a que todavía nos falta aprender mucho sobre trabajo colaborativo  y en equipo; sin el cual, moriremos creando solos sin alcanzar una verdadera innovación.

Escribo sobre esto, porque hoy intenté, me imagino que por puro ego, retener información. Sé que fue una actitud súper infantil, pero de repente me comencé a inventar un montón de teorías conspirativas en mí contra y, aunque sabía que estaba obrando en contra de varios principios que predico, me las estaba creyendo.  En un momento dejé la estupidéz,  me di un par de cachetadas mentales y logré reaccionar a tiempo.

En estos tiempos el que se crea amo y señor de información específica está realmente perdido.  Parafraseando el refrán "El que se informa solo, morirá solo"

 "Collaboration is the key to creativity.  Creative collaboration is an emergent
 property of the system, and one of its main characteristics is that the final result 
is greater than a mere sum of its parts."
- Big Questions in creativity 2013 -




miércoles, 8 de julio de 2015

Leer para descansar cerebralmente

Hace muchos años madrugaba con mucha facilidad.  Hoy en día, en ocasiones, es algo que me cuesta mucho.  Tengo un amigo que desde que lo conozco, sé que madruga mucho. Hoy   Le pregunté que si no le cuesta trabajo.

 El me dijo que si, pero que la esencia o clave para poder hacerlo consiste en no producir nada de noche.  Le pregunté a que hacia referencia y me dijo que procura hacer todo el trabajo duro por la mañanas, y que cuando llega a la casa por la noche lo primero que hace es dejar el celular por ahí y no lo revisa hasta el día siguiente. Tampoco mira televisión para poder reposar de mejor forma.  Me dijo que lo que hace es conversar con su esposa o  llamar a alguien (esto no lo aclaró,  me imaginó que lo hace desde un teléfono fijo, o no  tendría mucho sentido lo de alejarse del celular).

Hace poco, antes de dormirme me puse a ver una película de patacera, bala y cuchillo.  Esa noche tuve una pesadilla.  Después de ese incidente, alguien me contó que ver televisión por las noches pone el cerebro a mil.

Le comenté esto a mi amigo y estuvo de acuerdo; me dijo que ver mucha televisión por las noches lo fatiga y desgasta a uno.  Le conté  que algo que yo no podría dejar de hacer nunca por las noches es leer, la respuesta y punto de vista que me dio me gusto mucho.

Mi amigo asegura que lo que buscamos al llegar a la casa después de un largo día de trabajo es sentirnos bien.  La televisión puede que nos alivie pero al mismo tiempo nos aleja de un estado de paz; en cambio, la lectura nos distrae, pero al mismo tiempo nos conecta con nosotros mismos.

martes, 7 de julio de 2015

La iluminación de Murakami

Dicen, algunas personas que practican meditación, que a veces se alcanza un estado de iluminación, donde aparte de sentir una dicha inmensa, todo su panorama de vida se les aclara y saben perfectamente que es lo que tienen que hacer en y con su vida.

Otros, en cambio, aseguran que dicho estado se les presenta en cualquier momento. Sería buenísimo que uno experimentara eso, porque a diferencia del estado "Si yo fuera", parece que ese momento de iluminación lo empuja a uno hacia el cambio.

Dentro de poco van a publicar Hear the Wind Sing y Pinball, 1973 las dos primeras novelas de murakami, en una colección con el título Wind/Pinball.  Hoy leí un artículo con la introducción de este nuevo libro, donde Murakami narra como se convirtió o más bien decidió ser escritor de novelas.

Murakami siempre supo que la vida corporativa no iba a ser lo suyo, así que apenas se graduó decidió montar un bar de Jazz.  Fue una época dura para el y su novia, pues tuvieron que trabajar fuerte para pagar las deudas adquiridas para poner en marcha el negocio y mantenerse a flote económicamente.

Un día, el escritor japonés decidió ir a ver un partido de béisbol, actividad que alternaba, de vez en cuando, con una caminata larga. En medio del partido, un jugador del equipo que se encontraba a la ofensiva, conectó un batazo y el particular sonido de la bola cuando impacta contra la madera se sintió en todo el estadio.  Sin ninguna razón o motivo aparente, Murakami se iluminó y pensó: "Creo que yo puedo escribir una novela.

Después del partido compró un bloc de papel y una pluma estilográfica y desde ese día, cuando llegaba a su casa después de un agotador día de  trabajo se sentaba a escribir en la mesa de la cocina.  Le costo mucho trabajo terminar  Hear the Wind Sing, a pesar de ser una novela corta, por dos razones: nunca había escrito y el tiempo que tenía para dedicarse a esa actividad era muy poco.

Una mañana de Domingo en primavera, Murakami recibió una llamada telefónica del editor de la revista literaria Gunzo, quien le dijo que su novela había sido preseleccionada para el premio de nuevos escritores.

Al año siguiente Murakami escribió Pinball, 1973, la secuela, con la misma premura de tiempo que tuvo para  su primera novela, pues aun continuaba trabajando en su bar de Jazz.  Fue justo después de terminar esta novela, que decidió convertirse en escritor de tiempo completo y vendió su negocio.  Después de eso inmediatamente comenzó a trabajar en su primera novela larga A Wild Sheep’s Chase, que considera su verdadera iniciación como novelista.

A mí, que me gusta escribir, esta historia me resulta fascinante.  No me hace pensar en un "Si yo fuera", sino más bien en cómo sería experimentar un episodio de iluminación y para donde me llevaría el mismo.

lunes, 6 de julio de 2015

Estamos equivocados

Creo que un buen acercamiento hacia las personas sería dar por hecho que estamos equivocados, independiente del asunto que queramos tratar o lo expertos que nos consideremos en cualquier campo o tema.

Está claro que nadie quiere equivocarse y que todos queremos tener la razón; pero bueno, imaginémonos  que en ese primer acercamiento cuando iniciamos una conversación con alguien,  creyéramos estar equivocados, y que el otro tiene la razón.

Esto nos permitiría primero, bajarle a nuestros elevados índices de ego, y segundo asombrarnos con cualquier cosa, actitud que lamentablemente vamos perdiendo a medida que crecemos.

El punto es que no creo que exista ninguna persona que acepte abiertamente estar equivocado, así que  damos por hecho que la historia o historias que vamos contando son completamente ciertas y esperamos que los otros las acepten, opinen lo mismo o por lo menos piensen de manera similar. 

Lo realmente complicado, es que nunca sabremos que personaje somos ante los ojos del otro, pues bien podríamos ser para ellos: el héroe, el imbécil, el villano, el manipulador, el hombre o mujer en apuros, el desgraciado, el tonto, o cualquier otro papel completamente diferente al que creemos interpretar a diario.

Además si pensáramos más seguido que estamos equivocados y que no nos las sabemos todas, sería muchísimo más fácil, y no nos enredaríamos tanto, cuando obtenemos un no como respuesta.