lunes, 7 de enero de 2013

Sin tanta tiza le va mejor.

Yo soy muy malo jugando billar. Para algunas personas, los "huecos" en la universidad, eran perfectos para ese plan, no se, me parece que muchos lo veían como  algo rebelde.  Alguna vez fui a jugar, pero que le digo, simplemente no me gusto y hasta el día de hoy  siempre me ha  parecido algo aburridor.

Por ejemplo yo no sé porque se le debe echar tiza al taco, alguna buena y técnica razón debe existir para hacerlo.  Me parece que algunas personas que juegan lo hacen solo por aparentar y tal vez eso sea lo único que hacen bien, porque al momento de darle a las bolas, bien sea para hacer carambola o introducirlas en uno de los seis huecos de la mesa,  son un desastre.

Hoy jugué un rato con mi Papá, a el si le gusta mucho ese juego, y es un duro para eso de ponerle efecto a las bolas; en general juega súper bien y se divierte mucho cuando lo hace.

En ocasiones mientras estábamos jugando adopte pose de experto, apoyando el taco contra el suelo mientras le echaba tiza. Actitud que sirvió para nada, pues mí Papá me atendió como nunca.  En vez de haber hecho eso , debí haberme acercado a el, para preguntarle como estaba pensando sus jugadas y la razón por la cual le pegaba a la bola en determinados puntos.

Creo que eso nos pasa muchas veces en la vida, con las ínfulas de grandeza que nos solemos dar. De puros fantoches  nos la pasamos echándole tiza a asuntos, situaciones, contextos, etc.  y al momento de actuar la terminamos embarrando. Opino que es mejor no echar tanta tiza y actuar sinceramente.


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