En el colegio siempre fui juicioso con el estudio. en ese entonces lo que me motivaba, más allá de aprender, era sacar buenas notas, actitud que si uno mira bien, solo tiene como fin encajar dentro lo que se considera "normal", en fin.
Había temas que no me entraban muy fácil y para los que me tenía que clavar estudiando. Muchas veces nos hacían exámenes con respuestas de opción múltiple. Todos nos hemos enfrentado a eso, lápiz en mano y una hoja con unas 10 o 20 preguntas con más de 5 opciones de respuesta. Después unos degenerados se inventaron las preguntas tipo Afirmación-razón que resultan ser aun más angustiosas.
¿Por qué esos tests son angustiantes? porque está comprobado que tener a la mano diferentes opciones de lo que sea, disminuye nuestra seguridad y tranquilidad. Puede ser que uno este muy seguro de una respuesta, pero al mirar las otras cuatro, que por lo general suelen ser similares o con trucos de sintáxis que así lo hacen ver, uno comienza a dudar de sus conocimientos.
Esto para Juan José, un amigo, no era ningún problema cuando teníamos ese tipo de exámenes. Después de presentarlos todos comenzábamos a preguntar como nos había ido, que si tal pregunta era la a, la b , la c, la d o la e. A veces la respuesta que uno obetenía de él al preguntarle por alguna de las preguntas era: "Todas eran b" o "todas eran c". Juan José no tenía ningún problema en seleccionar la misma opción para todas las preguntas; igual ocurría cuando los exámenes eran de verdadero o falso, el se iba por alguna de las dos opciones, algo que le permitía contestar ese tipo de exámenes en menos de 5 minutos.
De pronto todo sería más fácil si eso hacemos lo mismo con eso que consideramos grandes decisiones.