miércoles, 12 de octubre de 2022

Abandonar lecturas

Entonces llega ese momento en el que se debe escoger una nueva lectura. Puede parecer no tener ciencia alguna, pero imagino que es crucial para las personas a las que les gusta leer, sobre todo cuando uno acaba de terminar un libro que le gustó mucho. Pero nada, hay que cambiar de historia, personajes y trama tan fácil como se cambia de medias.

 He conocido a algunos lectores juiciosos que planifican sus lecturas, es decir, saben de antemano con cuál libro van a seguir apenas acaban uno.

Alguna vez, luego de llegar de una feria del libro, intenté algo similar. Ese día vacié la maleta sobre la cama y el orden de lectura que escogí fue aquel en el que quedaron los libros uno encima del otro.

Ahora, cuando termino de leer uno, nunca tengo claro con cuál voy a continuar y lo escojo a punta de feeling. A veces combino ese método leyendo un par de reseñas, pero cada vez me convenzo de que poco o nada sirve saber qué piensa una persona de un libro.

Hace poco, por ejemplo, terminé Zen en el arte de escribir, el libro de ensayos de Ray Bradbury. En uno de ellos el escritor recomendó un libro de cuentos. Luego, cuando me iba a decidir por una nueva lectura, por alguna razón caí en un archivo donde había anotado unos libros recomendados por Hemingway y ¡oh sorpresa!, entre ellos estaba el mismo libro de cuentos del que hablaba Bradbury.

Yo, que no creo en señales, lo tomé como una y de inmediato pensé: “Ese es el libro que voy a leer. Lo empecé entusiasmado, leí dos cuentos y medio y no me pude enganchar con la lectura, “¿Pero qué me pasa, acaso no debería gustarme?".

Intenté venderme esa idea, pero al final decidí abandonar esa lectura, fiel, como ya lo he dicho, al consejo de Frank Zappa: So many books, so little time.

Luego a punta de solo feeling, escogí Nuestra parte de noche, de Mariana Enriquez y me ha gustado mucho lo que llevo leído hasta el momento.

Abandonar lecturas, sin agüero alguno, como estilo de vida.