martes, 7 de abril de 2020

Imágenes de guerra


Juan José Millás cuenta que en su casa no había muchos libros cuando era pequeño, pero si varios tomos de la tradicional enciclopedia Espasa con lomos negros, y que él la leía debajo de las sabanas con una linterna. 

 La colección tenían imágenes muy llamativas que lo obligaban a leer al texto que las acompañaba. Recuerda en particular el artículo de la palabra “mimetismo”, que traía la imagen de una hoja que era en realidad una mariposa. Intrigado fue a leer el artículo, donde se enteró de que algunos insectos se hacen pasar por excremento para no ser devorados por los pájaros, lo que en ese tiempo le llevó a pensar que en la vida, a veces, es válido hacerse pasar por un pedazo de mierda. 

En mi casa no había un juego de enciclopedias, pero sin un diccionario Larousse Ilustrado que funcionaba bajo la misma dinámica: definiciones con ilustraciones. Con el paso del tiempo se descuaderno, hasta que fue a parar a la basura. En su época productiva, por decirlo de alguna manera yo lo hojeaba de vez en cuando, pero nunca me llamó mucho la atención, en cambio sí lo hicieron tres tomos de pasta gruesa acerca de la segunda guerra mundial. 

En ese entonces todavía no sabía leer, pero recuerdo que no de mis pasatiempos favorito era hojear los tomos en los que salían fotos de la guerra a blanco y negro: imágenes de soldados con la cara untada de barro y metidos en trincheras, tanques de guerra, aviones en el firmamento, Hitler dando discursos, etc. Cada imagen iba acompañada de una pequeña descripción y texto en columnas en el resto de la página, en las que, supongo se narraban en detalle todos los vericuetos de la guerra. 

Yo, hipnotizado por ellas, repetía y repetía esas imágenes de guerra. Imagino que a medida que lo hacía, me inventaba historias sobre héroes y villanos.