domingo, 10 de enero de 2016

Estampida

"Huida impetuosa que emprende una persona, 
un animal o, especialmente, un conjunto de ellos."
-RAE -

 ¿Qué tal que de un momento a otro las palabras comenzaran, en estampida, a abandonar  nuestro cerebro?,  ¿Qué de un día para otro al ver un objeto no fuéramos capaces de pronunciar su nombre y olvidáramos su significado porque ya no lo tenemos almacenado en los abismos de la memoria?

En el accidente que me dejó el amable recordatorio, me golpeé la cabeza.  Luego de dos cirugías, un tiempo en cuidados intensivos y otro de terapia física, comencé también a tener sesiones de terapia de lenguaje. Ese nombre me gusta: "Terapia de lenguaje", ojalá pudiéramos tratar, aparte de leer y escribir, nuestro lenguaje materno de alguna manera, para utilizarlo mejor.

La terapeuta que me realizaba las terapias físicas era una mujer hermosa, más que por su físico, por el cariño y el empeño que le ponía a la recuperación de cada uno de sus pacientes; por otro lado la mujer de la terapia de lenguaje era algo mayor, y era de ese tipo de personas que suelen llevar una cara de amargue a todo lado.  No me gustaba hablar con ella, porque siempre parecía hacerlo entre lineas, como ocultando el verdadero significado de sus palabras o de su lenguaje, tal vez era una de las tantas técnicas que utilizaba en su terapia.

Una vez, no recuerdo por qué, tuve la sesión con otro hombre que también se había golpeado la cabeza.  Eramos, por decirlo de alguna manera, hermanos de convalecencia, con la única diferencia que a él no lo pudieron operar, pues su hemorragia había ocurrido muy adentro de su cerebro.

Carlos, creo que así se llamaba, cada vez más cosas, personas y eventos de ese entonces se diluyen en mis recuerdos, utilizaba unas gafas con marco negro grueso y era una persona alegre, nunca paraba de reír.

Estábamos los dos en el consultorio de la terapeuta y ella leyó un párrafo que, imagino, involucraba a unos caballos.  Cuando terminó de hacerlo, volteó a mirar a Carlos y le preguntó el significado de la palabra "Estampida".  Yo me sentí como en un examen oral.  Miré como Carlos se quedaba en silencio; sabía que estaba recorriendo su cabeza de un lado a otro buscando la maldita definición de esa palabra o como asociarla con otra, y es que  ¿Acaso cuantas veces utilizamos "Estampida" en nuestras conversaciones habituales?,  ¿por qué no le preguntó algo más fácil? Él al final se dio por vencido, y respondió con algo de pena y decepción: "No sé".

La terapeuta no le dio importancia a su respuesta y de inmediato volteó a mirarme a mí, y me dijo: "Juan Manuel,  ¿Qué significa estampida?" Era obvio que no le iba a responder: ""Huida impetuosa que emprende una persona, un animal o, especialmente, un conjunto de ellos." en ese momento lo único que queríamos Carlos y y yo, era salir en estampida de ese consultorio, solo atiné a responderle: "pues, Una estampida de caballos".

Creo que me felicito por mi respuesta, pero dependiendo de quien vengan, y como la de esa ocasión, hay congratulaciones que no significan nada, principalmente porque tuvo el descaro de restregarle a Carlos en la cara, mi supuesto acierto. 

Me agrada la fuerza de estampida; que está contenida al tener que cerrar los labios para pronunciar esa m con sabor a p.  No sé por qué, pero me dan ganas de clavarle una tilde en alguna de sus vocales.