miércoles, 7 de septiembre de 2022

El delirio de los puntos de vista

Resulta que el libro de ficción que hace parte de mis lecturas del momento es Delirio de Laura Restrepo. Cuando lo empecé no había comenzado a picar tantos libros al tiempo y me llamó mucho la atención el narrador, porque a veces sentía que había cambios bruscos en el punto de vista, pero leía y releía esos apartes y aunque notaba esos cambios no había forma de señalar el error, además pensaba: “¡Gran pendejo es Laura Restrepo y con esa novela se ganó el premio Alfaguara de novela! Imposible que sea el primero en darme cuenta de un error de ese estilo”.

Luego discutí el asunto con un grupo de amigos y una amiga lo sentencio diciendo lo siguiente: “lo que ella hace es que va cambiando del narrador omnisciente a los diálogos, sin la puntuación convencional, es decir, quedan mezclados o eso creo. Y otro amigo, un escritor, concluyó: “Es lo que hacía Saramago, O sea lo que dice Andrea. Van saliendo las voces."

Ayer, después de varios días en los que estuve metido en otras lecturas,  volví a retomar esa novela, y pensé que ese detalle de los puntos de vista me iba complicar meterme en la historia de nuevo.

Ese puede ser un punto en contra de leer varios libros al mismo tiempo, es decir, se corre el peligro de perder el ritmo de lectura con alguno. O puede que a uno se le olvide un libro que estaba leyendo,  como caí en cuenta ayer con  Zen en el arte de escribir de Bradbury.

El punto es que con Delirio me armé de calma y vi de forma clara a Agustina, la protagonista. Creo que también algo que le suma puntos a la experiencia de lectura es que ese nombre me encanta, puede parecer una estupidez, pero así es.

Esa forma de narrar de Restrepo me parece artificiosa. No sé si yo sería capaz de lograrla. Me pregunto si le saldrá de forma natural o es algo que planea minuciosamente.