lunes, 22 de mayo de 2017

Nefelibata

El otro día en un banco, mientras hacía fila para pagar un servicio, Camila Peralta se fijó por unos instantes en las imágenes que transmitía un televisor anclado a una pared. Por un instante creyó que solo se trataban de imágenes promocionales de la institución financiera, pero no. El banco, o más bien quienquiera que sea el encargado de programar las imágenes que deben pasar los televisores, en un arrebato de paladín del idioma español, decidió programar un segmento con significados de palabras.

Después de leer Nefelibata, Camila jugo con la palabra en su boca por un tiempo, la separo por sílabas, le cambio el acento, y al final dictaminó que le había gustado. Esa noche al llegar a su casa y prender su computador, lo primero que hizo fue buscar la definición en la RAE:

“Dicho de una persona: Soñadora, que no se apercibe de la realidad.”

Camila cumple con parte de la definición, es soñadora, pero “valiente gracia, soñar despiertos es una cualidad de cualquier ser humano” piensa. Lo realmente difícil es lograr desconectarse de la realidad pues, quién sabe por qué. deseamos vivir con los pies sobre la tierra, que todo lo que hagamos tenga sentido y que nadie nos tilde de locos.

Le gustaría poder desconectarse de la realidad fácilmente, sin la ayuda de sustancias que la lleven a los terrenos de la inconsciencia. Dejar toda la basura mental que producimos los humanos, en especial los chismes, que no existen, pero que a veces moldean nuestra realidad más que cualquier otra cosa, hasta adquirir el estatus de verdad, momento en el que todo se va al carajo.

De ser una nefelibata consumada, le gustaría estar en la capacidad de dosificar sus dosis de escape de la realidad; que cuando este aburrida o simplemente harta de una situación o una persona, logre desconectarse al instante sin ningún problema.

Al momento de acostarse cae en cuenta que lo que primero debería hacer, para entrar por completo en su tan anhelado modo de nefelibata, es definir que es real y que no, por lo menos para ella, pues está segura que cada persona le achaca un significado diferente a esa palabra tan inofensiva pero a la vez compleja.