viernes, 25 de julio de 2014

Precio

Lo primero que se me ocurre al pensar en la palabra precio es como este todavía se utiliza como ventaja competitiva al ofrecer un producto o servicio; estrategía que claramente ya no funciona tan bien como  antes.

De todas maneras el precio no deja de ser importante, porque está relacionado con el dinero, y nosotros, al venerar este casi como a un dios; a cualquier cosa, evento, persona, situación que esté relacionado con el mismo, le prestamos atención.

España, financieramente hablando, lleva jodido hace rato, bien lo dijo Millás:

"La economía financiera no se conforma con la plusvalía del capitalismo 
 clásico, necesita también de nuestra sangre y en ello está, por eso juega 
con nuestra sanidad pública y con nuestra enseñanza y con nuestra justicia 
al modo en que un terrorista enfermo, valga la redundancia, juega metiendo 
el cañón de su pistola por el culo de su secuestrado."
- Un cañon en el culo -

Pero el hecho de que millones de personas no puedan dormir porque están llenos de deudas hasta el cogote, parece importarle poco a la liga BBVA (¿pero qué carajos le va a importar , si está patrocinada por un un banco?).

Al parecer el real Madrid tiene una plantación de arboles de dinero, y pueden comprar al mundo entero si se les da la gana; de pronto ya le pertenecemos y no lo sabemos.  Hace un tiempo compraron a este tipejo Bale por 100 millones de euros  ¿Qué es eso? y aparte de todo como que le tocará vivir 7 vidas pues  me parece que no los ha valido.

Y Obviamente también hicieron sus tiros al aire con botella de trago en mano, y compraron a James Rodríguez (¡Bien James!, ya era hora que algún Rodríguez dejara  nuestro apellido, tan repetido, por lo alto), por ser el mejor jugador del mundial.

 ¿Pero pagar 80 millones por los servicios de una persona?  ¿en serio? La verdad me parece una exageración.  

El cuerpo humano tiene 21 organos.  En este orden de ideas cada organo de James Rodríguez cuesta 3'809.523,81 millones de Euros; esto suponiendo que todos tengan el mismo valor, pues es evidente que el precio del corazón, y el del cerebro, deben variar dependiendo del personaje.

Todo esto me recuerda la película "Repo Men" ambientada en un futuro cercano, y en la cual órganos artificiales se podían comprar a crédito. De pronto en un futuro esto si será así, y tal vez no solo vamos a realizar transacciones comerciales de organos, sino también de sentimientos.  Creo que algún día llegaremos a medir nuestra ira, compasión, amor, envidia, etc.  y como a todo, les pondremos un precio.