jueves, 26 de febrero de 2015

Lanzar las granadas

Dicen que, en ocasiones, cuando se escribe algo, siempre es bueno generar tensión en el lector. Esto se puede lograr, por ejemplo, vislumbrando, de alguna manera, un episodio que ya ocurrió, y dar pequeñas pistas sobre el mismo, o narrar pequeñas escenas de este. Sin embargo se debe tener cuidado porque se puede llegar a un punto en que tanto suspenso termina por aburrir al lector, al nunca terminar de narrar ese epidosio importante.

De todas maneras, no hay ninguna formula para saber cuanto debemos mostrar y no contar, el famoso show don't tell. Solo escribir constántemente permite perfeccionar la técnica.

Por otro lado, hay quienes afirman que lo mejor es no esperar y revelarlo todo desde el principio; para  después, buscar otras maneras para generar tensión.  

Todo esto es similar a lanzar las granadas en un juego de video de echar bala, donde el personaje principal es una especie de ser inmortal  mezcla entre rambo, terminator, Neo y/o cualquier súper héroe, que se enfrenta ante medio mundo.

Esos personajes suelen llevar una metralleta como arma principal, una pistola como la secundaría, y diferentes tipos de granadas: de fragmentación, gases, incendiarias, etc.  En mí caso, muchas veces, cuando juego alguno de esos juegos, suelo guardar las granadas para "ocasiones especiales", es decir, cuando me van a atacar en gallada o manada, situaciones donde un granadazo funciona a la perfección.

El punto es que muchas veces no las utilizo, incluso cuando me atacan miles de enemigos.  Por eso considero que al momento de narrar algo o jugar ese tipo de juegos, lo mejor es lanzar las granadas lo más rápido posible.