Mi primito Nico, el cual ya no es tan primito pues se perfila para entrar a la adolescencia, es una nota. Primero que todo es baterista y segundo le aburre la competencia con ganas. Yo la verdad creo que va a ser artista.
Una vez en clase, cuando tenía unos 5 años, lo mandaron a pintar un hipopótamo. Después de unos segundos de haber recibido la orden, el se paró y se puso a molestar por todo el salón. Inmediatamente la profesora lo regaño y le exigió que le mostrara su dibujo. Lo único que vio fue un punto gris sobre una línea verde en una esquina del cuaderno.
La profesora sin más ni más lo regaño, diciéndole que eso no había sido lo que les había pedido. Le indicó que mirara los dibujos de sus compañeros de clase, que estaban pintando hipopótamos que cubrían casi media hoja de cuaderno.
Apenas la profesora termino el regaño, muy tranquilo Nicolás le respondió: "Lo que pasa es que yo estoy viendo el hipopótamo desde lejos".
Yo la verdad hubiera felicitado a Nico por semejante respuesta tan creativa, pero como una de las premisas del sistema educativo es "Yo mando, usted verá si obedece o si no se jode", a la profesora le molesto su respuesta.
Lo mejor del pensamiento de los niños es poder ver las cosas de forma diferente, sin ceñirse a patrones previamente establecidos. Todos deberíamos tratar de pensar de esa manera.