lunes, 25 de enero de 2016

Apagón

Se fue la luz otra vez. Siempre que ocurre eso, me acuerdo de la noticia de un apagón que hubo en toda Nueva York en 1965, que se lo atribuyen a los extraterrestres. 

Siempre que se va la luz me pregunto eso ¿Será que ahora si nos van a invadir? Al rato vuelve y nunca pasa nada. Espero tener completamente cargado mi celular en el momento que se presente tal situación para luego comenzar a grabar pequeños videos a modo de diario personal, donde cuento como me he escapado de los extraterrestres, aunque no sé para quien los haría, porque de seguro nos darían por la cabeza y sería la extinción de la raza humana.

Cuando se va la luz (iba a escribir cuando se corta el fluido eléctrico para no repetir la frase, pero me sonó a traducción mexicana) lo que siempre escucho, aparte del fastidioso pito de la UPS, es la planta eléctrica de un edificio cercano que se prende de inmediato. Hace bastante ruido, pero ya estoy acostumbrado. Hoy pensé lo bueno que sería si no existiera.

Una de las cosas que más nos aterra, creo yo, es quedarnos en silencio. Lo ideal sería poder hacerlo sin angustiarnos por los millones de pensamientos que van apareciendo en nuestra cabeza. Cuando esto pasa buscamos ruido por todo lado: conversamos, escuchamos música, prendemos el televisor, miramos el celular; nos ocupamos de cualquier manera para evitar el silencio.

De vez en cuando sería bueno que apagáramos nuestra luz, que buscáramos el silencio deliberadamente con el apagón del ruido, únicamente con el fin de relajarnos.