Mientras envejecemos en esta tierra, a medida que unos viven y que la vida pasa por enfrente de otros, sin estos darse cuenta, vamos adquiriendo costumbres que vaya usted a saber de donde salieron, por ejemplo, yo todavía no sé de donde diablos adquirí esa extraña manía de romper las tostadas contra el plato una vez les he untado mantequilla, mermelada o ambas cosas; pues me resulta "imposible" comérmelas sin haberlas partido destrozado mínimo en 4 pedazos
Laura, una amiga, cada vez que comienza a leer una novela, lo primero que hace antes de empezar el primer capítulo, es mirar las ultima frase o palabras de la misma, acto el cual me parece sumamente extraño y que me me niego alguna vez a realizar. Obviamente es muy difícil que haciendo eso, logre uno descifrar la trama o la idea general de la novela; pero creo que si yo lo hiciera, mientras la voy leyendo, no podría dejar de pensar en esas últimas palabras y estaría a cada instante intentando encajarlas de una u otra forma en la historia, pero bueno si a ella le gusta hacer eso y es su requisito mínimo para leer, como diría un español, ¡pues venga!. Considero que cualquier manía, costumbre, ritual es valido mientras promueva la lectura.
¿Que espera usted, estimado lector, para coger una novela y empezar a leerla como se le de la gana?