viernes, 6 de diciembre de 2019

"Quiero que me beses"

Estoy en la cafetería de un supermercado y apenas me siento en una mesa, caigo en cuenta de todo el ruido que hay en el lugar: cajas registradoras, conversaciones, las ruedas de carritos de supermercado deslizándose por el piso y, de unos parlantes que no están a la vista, la música de villancicos de un coro de niños que, me parece, tiene un tono chillón. 

Saco un libro, el Cuento de la criada de Margaret Atwood. y de cierta manera logro meterme en mi burbuja de lectura y dejo de prestarle atención a la cacofonía del lugar. 

La novela salió al mercado en 1985, ya tiene serie y la autora ya escribió la secuela. Podría decirse que llego tarde a esta lectura, pero creo que uno llega a los libros, o ellos a uno cuando debe ser. Entonces no hay lecturas tardías sino lecturas y ya está. 

Hace un tiempo escribí que no creo en los libros obligatorios, sino más bien en los capítulos obligatorios, esos que se deberían leer por lo menos una vez en la vida. Hoy me tope con otro, y de ahora en adelante los voy a comenzar a anotar para , en algún momento de esta vida, hacer un listado. Imagino que sería chévere si ese listado sirviera para aminorar achaques, es decir, ¿está melancólico? Léase tal capítulo de tal novela, y así para cualquier otro estado de ánimo., pero por el momento solo estoy teniendo en cuenta los que me parece que están muy bien escritos.

Les hablo del capitulo 22 del Cuento de la criada. En ese capítulo Atwood se va más allá de las fronteras de la buena escritura y da una muestra magistral de qué significa escribir bien. 

La siguiente frase: “Quiero que me beses, dijo el comandante” aparece al inicio del capítulo y uno no tiene claro qué ocurre. Luego de eso Atwood va desenredando la escena echando para atrás en el tiempo, pero con una sutileza increíble sin dejar ningún tipo de hueco en la narración. Al llegar  al final del capítulo, vuelve a escribir la frase, y aunque uno ya sabe que el narrador estaba recordando algo, todo cobra un sentido mucho más claro. Es un capítulo redondito, como una historia aparte dentro de la novela. 

Solo les quería contar eso, anótenlo en algún lado: capitulo 22 del Cuento de la criada.