jueves, 21 de junio de 2018

Ideas escurridizas

Hoy me gustaría utilizar un escrito reciclado, pues estoy seco de ideas, o bien se me escurren antes de que lleguen a mis dedos; algo que no debería ocurrirme si tanto me gusta escribir. Busqué algunos de esos escritos viejos, pero me parecieron malísimos y otros, que creía haber comenzado, me los debí haber soñado porque no los encontré por ninguna parte. 

Creo que lo que en verdad ocurre es que estoy cansado, y lo que tengo son ganas de tumbarme en la cama y mirar pal techo por un rato, luego cerrar los ojos para hacer pereza, hasta que me aburra y me de por mirar televisión. Entre esos planes a cortísimo plazo también se encuentra leer, actividad que, supongo, haré cuando me meta dentro de las cobijas. 

Volvamos a lo de no tener ideas. En el libro Joseph Anton, Salman Rushdie cuenta las penurias que tuvo que pasar mientras tenía encima la fetua que le impuso el ayatolá Jomeini. Entre muchas de las cosas que narra, se encuentran las reuniones que tenía con diferentes escritores. En una visita a Kurt Vonnegut, el escritor estadounidense le preguntó: “¿Vas en serio con esto de escribir?” Y ante la respuesta afirmativa del autor de los Versos Satánicos, el primero le respondió: “Entonces debes saber que llegará un día en que no tendrás un libro que escribir y, aun así, tendrás que escribir un libro”. 

El tema de no tener ideas me preocupa, pues desilusiona un poco eso de no tener ni siquiera una, para escribir las 300 palabras que considero como mínimas en cada una de las entradas de este blog. Hasta este punto van 267, así que por hoy creo que me “salve”. Ni idea cuáles van a ser las palabras que van a cerrar el post, imagino que serán muy pocas, y que conformarán un párrafo corto, a menos que justo antes de iniciarlo, se me ocurra la idea de una gran novela que va a sacudir los cimientos de la literatura, y me dé por escribir un capítulo inicial  o por lo menos una introducción tan poderosa como la de Ana Karenina o la de "La metamorfosis".

Termino de escribir para informarle,estimado lector, que no se me ocurrió esa gran idea, pero que aún continuo en su búsqueda. Entre otras noticias he decidido tumbarme en la cama para leer.