jueves, 7 de julio de 2016

Libros de bolsillo

Hoy, mientras esperaba a una persona, entré a una librería con el firme propósito de solo hojear libros; así que no pregunté por ninguno en especial sino que me puse a caminar por los pasillos, hasta que llegué a la engañosa  sección de "libros de bolsillo".

En ese lugar todos los libros estaban plastificados así que no pude leer apartes de ninguno delos que vi: Alejandro Magno, el primer soldado, la muerte de Artemio Cruz, mañana no será lo que Dios quiera, el niño perdido, pregúntale a Alicia.

Agarré uno de los libros al azar e intente meterlo en el bolsillo de mi pantalón. Era claro que el ancho del libro sobrepasaba la abertura del bolsillo, así que lo doble en dos, como un periódico, y ahi sí cupo. Di unos pasos y un empleado de la librería me preguntó que qué estaba haciendo. Le expliqué que quería mirar si realmente el libro cabía en mi bolsillo. Me miro mal y me dijo que lo devolviera al lugar de donde lo había agarrado y que no hiciera lo mismo con otros libros.  Esa nunca fue mi intención porque me basto hacer la prueba con ese, el libro más pequeño, para darme cuenta lo incomodo que era llevarlo en el bolsillo.

Luego  busqué la definición de libro de bolsillo en mi celular: "Libro ligero de pequeño tamaño y muy manejable; generalmente es una edición barata de una obra ya publicada".  Me aprendí de memoria la frase hasta la palabra manejable. En la caja les dije que sus libros no tenían nada de bolsillo y que era más manejable un ladrillo. 

Como hablé fuerte, varias personas se arremolinaron a mi alrededor para saber de que estaba hablando.  Al final una señora me dijo que por favor abandonara la librería y que si no lo hacía iban a llamar a seguridad. 

Deberían darle otro nombre a ese tipo de libros, algo como: libros para bolsillos de gabardinas o libros de morral, de otra manera estoy seguro que la única forma de meterlos en un bolsillo es triturando sus páginas.