Hoy, en la mañana. vi una noticia acerca de la crisis en china, y nuevamente me entró algo de angustia. Me acordé de la frase de este post : "Es que si en China estornudan todo el mundo se resfría”,que pronunció un viejito.
Otra vez pensé que el equilibrio, si es que lo hay, de esas estructuras que supuestamente sustentan nuestras vidas, puede irse a la mierda mientras termino de escribir esta frase. Todo por lo que tan fuertemente hemos trabajado o nos cayó por un golpe de suerte se puede despiporrar por un chasquido de dedos de Dios, si es que queremos echarle la culpa a alguien. Después de un rato de darle vueltas al tema en mí cabeza, me ocupé con algo y esa angustia momentánea desapareció.
Un personaje de una novela que estoy leyendo, es un corrector de estilo que, debido a los atentados de Marzo de 2004 en las estaciones de trenes de España, se plantea muchas inquietudes relacionadas con el sentido de la vida, y muchas más acerca de la muerte. Hoy en día la segunda parece opacar fácilmente a la primera.
El punto es que uno de las preguntas que, a grandes rasgos, se plantea es ¿Para qué vivir con tantas preocupaciones, y andar por la vida aparentando "normalidad" , si de repente uno está mal parqueado y la muerte lo pilla, en medio de esa incesante búsqueda de riqueza, fama, éxito, etc.?
"Cuando el sabio de tu novela muere, dice que no hay nada después de la muerte Que venimos de una nada y vamos a otra, y que, en consecuencia, no debemos temer perder nada por el camino. Y que en eso consiste precisamente nuestra libertad, en aceptar que las cosas sucedan de ese modo."
- El Corrector -