¡Si!, a mí me gustaría un mundo donde las personas fueran más como la "Señora de los tintos". Que siempre respondieran su saludo con una sonrisa y de forma desinteresada, sin hipocresía y pendejadas de ese tipo. No resulta usual que la "Señora de los Tintos" hable mal de usted a sus espaldas, a menos que haya sido tratada de forma indebida o que el trabajador se sienta un ser superior porque considera que no tiene su mismo "nivel". Severas pendejadas que se inventa está "Sociedad Putrefacta" (Excelente término utilizado por Nicolás Samper en una de sus columnas), ¿no?; En ese caso opino que están en todo su derecho de mandarlo pa' la mismísima, si la ocasión se les presenta.
Muchas personas, usted sabe estimado lector,ese individuo petardo promedio que existe en cualquier oficina, casi ni las determinan, como siempre creyéndose de mejor cuna, cuando ninguno de nosotros puede escapar de esa raíces indígenas que llevamos en la sangre.
La "Señora de los tintos", Además de ser por lo general una excelente persona, cumple con una labor fundamental, o acaso usted nunca se ha preguntado ¿que sería del mundo laboral sin un tinto después del almuerzo?. Una empresa puede no tener papel higiénico en los baños, pero el tinto, ese si que nunca podrá faltar.