martes, 3 de julio de 2018

Ventaja evolutiva

Despierto con malestar general. Pensar en comida solo hace que me den náuseas, y mi mente trabaja en modo trascendental, es decir que a cualquier idea que llega a mí cabeza le doy vueltas y la analizo de manera, tal vez, innecesaria. 

Quiero y no quiero vomitar. Doy vueltas en la cama, esperando que mi movimiento evapore la sensación que tengo, pero nada ocurre, continúo con ese malestar difícil de precisar. 

Prendo el televisor con ánimo de distraerme y paso los canales sin prestar atención en lo que trasmiten, hasta que llegó a uno en el que están dando una película de Superman. 

Es una de las últimas, pero no sé cuál. La escena en la que caigo muestra a Superman flotando enfrente de unos tanques de guerra y un grupo de militares que lo tratan de alienígena. Al final Superman decide entregarse y la escena concluye con él caminando esposado. 

Continúo viendo la película como por inercia, y ocurren cosas a las que, debido a mi malestar, no me molesto en prestarles atención. Todo continua así hasta que Superman se agarra a trancazos con una mujer que lleva un traje oscuro ceñido al cuerpo, una alienígena súper sexy. 

Mientras se dan puños, patadas y destrozan paredes y fachadas de almacenes. también charlan. En uno de los apartes del dialogo, la mujer le dice que lo que diferencia a su raza, la de ella, de la de los humanos es que tienen una ventaja evolutiva, y se refiere a la ausencia de moral. Concluye que por eso Superman se ha hecho débil, porque ahora vive preocupado por tratar de entender qué está bien y qué está mal.