jueves, 5 de marzo de 2015

Lo que Salga

Comencé a escribir algo hace una media hora. Me comenzó a doler la cabeza y decidí no continuar e irme a recostar a la cama.  Finalmente, después de una media hora, me pasó el dolor.  De repente me entraron ganas de escribir, pero no de continuar con la misma idea, la cual quedó como un borrador sin título junto con otras como: Spanglish degradado, trabarse, 9 minutos, desayuno Turco, no cualquier sábado y chochera, entre otras.  Unas las he terminado de escribir, pero no las he publicado acá, y otras no tengo ni la más mínima en que estaba pensando en ese momento o a que hacen referencia. 

Ahora resulta que aparte de las ganas de escribir también tengo sueño, y además pereza de ponerme a buscar en mi libreta a ver si doy con alguna anotación de cualquier idea sobre la que en algún momento pensé en escribir, por eso este post se titula, "Lo que salga".

También podría llamarse ideas en desorden, porque justo ahora atacan mi cabeza un montón de ideas.  Una de estas, el creernos únicos e indispensables, que llegó mientras estaba recostado y trataba de concentrarme en mi respiración para no ponerle atención al dolor de cabeza, tarea en la cual falle.

Creo yo que no existe ser humano que no desee  ser indispensable.  Todos, me imagino que por puro ego, queremos que se sienta nuestra ausencia,  aunque sabemos que  todo y todos tenemos remplazo; todo empeora cuando somos conscientes que  aquella persona que llena ese supuesto vacio que dejamos, puede desempeñar lo que hacíamos, en cualquier tipo de contexto o situación,  mucho mejor.

No deberíamos apostarle a ser indispensables sino sinceros, a actuar sin ningún tipo de pretensión.  Para lograrlo, antes que nada, debemos identificar que es lo que nos mueve en esta vida.