lunes, 11 de febrero de 2013

Botón de "Pánico"

Sería maravilloso poder tener un botón de pánico siempre a nuestro alcance, para aquellas ocasiones en las cuales no tengamos ni las más mínima idea de que es lo que se debe hacer. Simplemente lo oprimiríamos  para que la situación que nos está generando problemas pase o se esfume de un momento a otro.

La idea anteriormente expuesta, es la situación ideal y por medio de la cual viviríamos en un mundo sin problemas, cosa que no podría ser más aburridora, puesto que a la larga nos la pasamos la vida solucionando problemas, bien sean grandes, pequeños, "graves", insignificantes, etc:  ¿Que vamos a comer?, ¿como me voy a ir a la oficina?,  ¿que le voy a decir a tal persona cuando la llame? y así sucesivamente. 

Considero que un botón de pánico sería la salida más fácil  para los humanos, la del menor esfuerzo, esa donde simplemente le damos la espalda al problema. No podemos estar más equivocados con esto, puesto que precisamente esas situaciones que nos desafían  por mas duras y difíciles que sean, son las que tienen al mundo "andando"

La idea sobre el botón de pánico me vino la semana pasada a la cabeza cuando me tocó revisar un tema con un señor al cual le  habían cambiado la versión de Excel, y por alguna razón al momento de abrir cualquier documento la máquina los abría en modo de "solo lectura".  Mientras yo estaba al lado esperando que me diera una cifra, me dio mucha risa ver como el señor se refería al Excel, tratándolo de "Marica" y "Gran Puto",  mientras en mi cabeza me acordaba de  lo que me decía mi hermana cuando yo me refería de forma similar a un objeto,  ¿Y que necesita el Excel para ser marica?.

Pero bueno, nadie puede negar que nunca ha tenido ganas de coger el computador a patadas cuando no funciona, mejor aun, conozco la historia de un primo que lo quería cojer a hachazos,  ¿pero si ve la facilidad con que me voy desviando del tema?, volviendo al mismo, eso de enfrentarnos a situaciones desconcertantes le puede pasar a cualquiera, ¿no? y muchas veces perdemos la calma sin haber analizado ni media variable del problema, los cuales a veces resultan ser pendejadas, pero en nuestro afán fatalista, los sobre dimensionamos.

Imagen tomada de estos lares