Imagino que vivir con preguntas a todo momento es algo que nos impulsa a vivir, y que por eso nos intriga tanto la muerte, la gran pregunta que envuelve todo esto.
Parece que para preguntar somos expertos y se nos ocurre cualquier cosa, mejor dicho, queremos saberlo todo, desde qué clima va a hacer, hasta como fabricar una bomba atómica.
Desde hace un tiempo me llegan al correo unos mails de Quora que, imagino le llegan a muchas personas. No recuerdo haberme inscrito nunca en eso, pero bueno llegan y son respuestas a cualquier tipo de pregunta. Muchas tienen que ver con las búsquedas que uno hace en internet.
En una época que estaba escribiendo el cuento del francotirador, me puse a buscar muchos videos para ver cómo conversan las duplas, es decir, el soldado que ubica los blancos y el que dispara. A los pocos días me comenzaron a llegar e-mails que respondían a preguntas sobre calibres de diferentes balas y su capacidad destructiva.
Hace poco leí otro correo de esos en el que alguien preguntaba: ¿Qué pasa si dejas un céntimo en una cuenta bancaria durante cien años?
No se me ocurre por qué le interesaría saber a alguien eso, pero cada uno pregunta lo que le de la gana. En medio de lo sonsa que puede parecer, generó una buena respuesta de otro usuario:
“Pues yo dejé $65 dólares americanos en una cuenta y no los toqué durante casi un año, un día estaba dentro del banco con mi esposa y mientras esperaba decidí preguntar…”.
La respuesta de los 65 dólares en apariencia es sencilla, pero note usted, querido lector, que apenas la persona utiliza la marca temporal de: “un día estaba dentro del banco con mi esposa”, el relato de inmediato succiona toda nuestra atención. Quedamos pegados a él, porque somos animales curiosos y queremos saber qué le paso al hombre y su esposa, ese día que menciona, en el banco.
Al final el hombre contaba que sus 65 dólares habían disminuido significativamente por la cuota de manejo de su cuenta bancaria. Así las cosas, la publicidad aun nos quiere contar la historia de que un banco es un amigo.