martes, 18 de octubre de 2022

De asesinos en serie y otros temas

Hace unos años me aficioné a los programas sobre criminales psicópatas, ya saben, de esos que pican gente y meten los pedazos en la nevera de su casa, por ejemplo. Siempre me preguntaba: ¿Qué le habrá pasado a una persona para llegar a hacer eso?

Pasaba horas y horas mirando Investigation Discovery, canal dedicado exclusivamente a transmitir ese tipo de programas.

De repente, un día me harté de ellos. Imagino que eso ocurrió porque vi un caso demasiado sórdido y por alguna razón, recuerdo, experiencia que tengo almacenada en la cabeza me hizo sentir mal. Desde ese día me dije “mi mismo, estos programas no aguanta consumirlos tan seguido”, y me propuse dejar mi adicción por ese tipo de shows.

Ayer, antes de dormir, decidí mirar algo en Netflix y pasó lo mismo de siempre: pasaban los minutos y no sabía por qué serie o película decidirme.

Entonces apareció en tendencias o novedades la serie y el documental sobre Dahmer, el asesino en serie.

Mi hermana, que todavía consume ese tipo de programas, me había dicho que era un caso impresionante, así que ante mi indecisión, decidí ver el documental.

Después de 10 minutos de alternar mirar el televisor y el celular, lo que indica que no estoy enganchado con lo que esté viendo, decidí apagar el aparato, aunque no habían presentado nada dramático como para torcer la cara.

No digo que sea necesario ver a los Ositos cariñositos, pero siento que ya no tengo el más mínimo interés en tipo de programas, pues me aburren con toda.

De hecho, hace rato que no me engancho con ninguna serie. Quizá la culpa no es de ese tipo de documentales , que están bien hechos, sino mía, mejor dicho, como dice esa frase acaba relaciones: No eres tú, soy yo.