lunes, 27 de enero de 2014

Mi novio(a) el Smart Phone

Creo que un síntoma que prueba que una relación de pareja está pasando por un buen momento y que realmente se entienden; es el hecho de poder hablar por  horas y horas sin preocuparse por el tema de conversación, pues siempre hay alguno a la mano.

El sábado pasado  estaba haciendo frio y decidí, antes de encontrarme con unos amigos, tomarme un café en modo cusumbo solo.  Aunque lo mejor casi siempre es tomar café en compañía de otra(s) persona(s) y charlar; el tomar café solo y echar globos, en ocasiones y en mi caso es algo también realmente agradable.

Apenas llegué vi a un señor leyendo; pero cuando terminé de hacer la fila se había ido, así que no tuve tiempo de tomarle  foto a su lectura urbana. Cuando me senté, me llamó la atención una mujer con falda, la cual le permitía que se le vieran parcialmente las piernas.  Siempre he considerado las piernas como la parte más sexy del cuerpo de una mujer.

A su lado estaba sentado su pareja. Deduzco que era la misma, porque la mujer le acariciaba cariñosamente el cuello y parte de la oreja mientras con la otra mano tomaba café y  no dejaba de mirar su celular.  El hombre, al parecer inmune a las caricias de la mujer, se encontraba completamente ensimismado en su celular, manejándolo magistralmente con los pulgares de ambas manos.

Eventualmente uno de los dos leía algo que lo hacia reir y se lo mostraba al otro.  Durante el tiempo que estuve en el sitio, nunca entablaron una conversación larga ni se dieron un simple beso.  De pronto ambos tienen unas kiss app, o alguna pendejada por el estilo.  ¿Para que tener una relación si uno se ríe y conversa más con el teléfono celular?

De pronto la mujer no era nada del hombre.  Algún día voy a volver a ese sitio y me voy a sentar  en la misma silla que ocupó este; de golpe una mujer me empieza a acariciar el cuello y la oreja.  Mucho mejor si lo hace la mujer con buenas piernas.