jueves, 16 de marzo de 2023

11 AM

Año 2002.

Yo y unos amigos estamos en Atlanta y caminamos por un centro comercial, que parece no tener fin, es como si estuviéramos atrapados dentro de una ilusión de consumo.

Viajamos desde Carolina del Sur en una Van para 10 personas. Lo hicimos sin Apps, celulares, y faltaban cuatro años para que Waze saliera al mercado. Todo fue a punta de mapa en mano y las señales de la carretera.

Como era un viaje largo, yo había insistido en alquilar la camioneta con seguro. Había dos opciones: uno full que costaba 100 dólares diarios y otro parcial del que ya no recuerdo el precio.

“Pues si quiere seguro lo pagará usted Juanma”, dijeron mis amigos. No dije nada. Nuestro presupuesto de estudiantes era justo, así que no había otra opción que echarse la bendición al inicio del viaje.

Dos amigos se turnaban la conducción de la camioneta. Recuerdo que había tramos de autopista rectos y largos. En ellos configuraban la velocidad crucero  para no tener que pisar el acelerador.

Después de 9 horas, por fin llegamos a Atlanta y caímos en lo que parecía ser un barrio peligroso, de calles desocupadas y sucias y hombres de caras recias que nos miraban mal desde los andenes.

Cuando salimos de ese lugar nos topamos con el centro comercial.

Allí en una tienda de Tower Records compré el álbum My Morning View de Incubus, que había salido en Octubre de 2001.

De vuelta en la camioneta recuerdo que Diana puso el cd y repetimos una y otra vez Nice to Know You. Hasta que llegamos al lugar donde nos íbamos a quedar: la casa de no sé quiensito, que conocía a fulano. que era amigo de un amigo nuestro.

La verdad compré ese álbum porque esa canción me encantaba, pero intuía que la banda era mucho más que ese sencillo.

No me equivoqué, tiene otras buenas canciones como Blood on the ground y 11:00 AM, mi favorita.