jueves, 25 de octubre de 2018

La historia de M.

“¿Estás listo para convertirte en el próximo emprendedor Laptop?” Me pregunta la mujer M. de la que ya no recuerdo su nombre, solo que comenzaba con esa letra. La respuesta es que no sé; si aún tengo muchas dudas sobre el término “emprendedor” y todo lo que connota, no me imagino que puede significar el de la pregunta. 

Si no estoy mal, el nombre de la mujer es algo como Milla o Millie. Que me pregunte es un decir, pues es un correo que me encuentro en la carpeta de spam, la que rara vez miro, sino que una persona envío un E-mail mediante una herramienta de envío masivo de correos y me pidió el favor de revisar esa carpeta. Por eso entablo esa, digamos, conversación irreal con la mujer M, que lleva pelo negro liso y largo casi  hasta la cintura.

La mujer M. se torna un poco misteriosa y me cuenta que me va a contar un gran secreto que nadie más sabe: “Empecé mi carrera haciendo Network Marketing”. La verdad el secreto me desilusiona un poco, porque no lo veo como uno; es más, creo que yo podría contarle algo más interesante.

Me dice que no importa el lugar del mundo en el que me encuentre, pues le ha funcionado a ella, y a estudiantes que ha tenido en Australia, Estados Unidos, Europa Asia y Sur América. No sé que tipo de prejuicios tendrá en contra de los  africanos. 

Pero la mujer M, continúa, dice que tenía un trabajo en el que tenía que vender algo, no especifica qué, a sus amigos y los amigos de ellos. Y que su primera reacción fue: “No Way!”, que guardando sus debidas proporciones se puede traducir como: “¡Ni por el carajo!”. 

Que empezó a averiguar como atraer gente a su página web y vender sin contactar a la gente que conocía, y que ahí conoció Twitter. Da a entender que fue un punto de quiebre, esos que definen un antes y un después. Que su primera semana contacto a 10 personas, pero que esa cifra le pareció una birria, y que contacto al hombre que la había metido en el negocio para decirle: “Vea, la verdad no sé qué es lo que estoy haciendo mal, porque en mi primera semana solo contacté a 10 personas”. Ante eso, el hombre se asombro!!!!!!, uno de esos asombros mal escritos con varios signos de admiración, pero que son muy grandes, y le dijo que si él tenía suerte conseguía los mismos 10, pero en el lapso de un mes, y que quería saber que era lo que ella,  una novata sin experiencia, estaba haciendo para obtener esos resultados. 

M. dice, que fue en ese instante en el que cayó en cuenta que se podía convertir en una experta, y construir un negocio basado en generación de tráfico y bases de datos de personas interesadas, porque, según ella, el resto es “papitas”: "encuentre un producto, si no tiene ninguno para vender y véndalo en una página, y luego tiene que venderlo a aquellos que no compraron vía E-mail, y que ¡listo!, “done!”, así lo asegura. 

Me cuenta todo esto, solo para destapar sus cartas y ofrecerme una mentoría de aprendizaje rápido en su negocio, el cual todavía no me queda claro en qué consiste, que me va a permitir ganarme 5000 dólares al mes, trabajando solo una hora diaria, 5 días a la semana; más otros beneficios que me parecen tontos al lado del que menciona las ganancias.