jueves, 13 de enero de 2022

Significado

Este día les conté que tenía ganas de escribir un cuento. Hace tres días programé una hora del día para comenzarlo, pero no alcancé a redactar más de una página y dejé de hacerlo porque sentí que no iba hacia ningún lado.

Con eso me refiero a que me falta imprimirle significado, pues más allá de que a un personaje le pasen muchas cosas, buenas o malas, interesantes o no, la gracia de un cuento, creo, está en imbuirle (no sé de dónde me salió esa palabreja) algo más allá del texto; que cuando las personas lo lean se sientan especiales porque piensan que han descubierto una verdad que resonó en ellos.

Con eso de sentir algo, recuerdo el cuento: The Dog hair de Lydia Davis:

“The dog is gone. We miss him. When the doorbell rings, no one barks. When we come home late there is no one waiting for us. We still find his white hairs here and there around the house and our clothes- We pick them up. We should throw them away. But they are all we have left of him- we don’t throw them away. We have a wild hope —if only we collect enough of them, we will be able to put the dog back together again.

Cuando estaba leyendo ese libro: Can’t and won’t stories, y leí ese cuento, recuerdo que me golpeó emocionalmente, pues tiene todo el significado del mundo. Lo tenía que compartir con alguien y se lo mostré a Vicki y cuando lo terminó de leer dijo “Awwhh!”, porque a ella también la sacudió.

Pero volvamos al cuento que intenté escribir el otro día, supongo que su falla, más allá de mi incapacidad narrativa, se encuentra en su falta de significado, y ¿dónde lo encuentro? Imagino que debo dedicar más tiempo a su planeación y no sentarme a escribir apenas con la idea garabateada en mi cabeza.

Aunque de pronto solo fue una mala racha de escritura, porque ese día luego de que abandoné la escritura del cuento, intenté escribir un artículo y logré terminarlo, pero cuando lo leí, tenía el mismo problema del cuento, era solo un arrume de palabras carente de significado.