lunes, 26 de enero de 2015

Aprender del Obrero

Hoy, después de almorzar con un amigo, compramos, yo un capuccino y el un tinto, en un jeep que tenía improvisada en la parte de atrás una tienda de cafe.  Después de nuestra compra, nos sentamos un rato en una banca que queda justo al frente de una cancha de basquet,  y continuamos hablando mientras veíamos un partido de banquitas de unos obreros.

Siempre me ha gustado ver a los obreros jugar fútbol a la hora del almuerzo.  Me parece impresionante como después de trabajar fuerte durante toda la mañana, todavía cuentan con energía para jugar fútbol, y no muestran síntomas de cansancio.  A cada jugada, cada carrera y a  cada intervención en el partido, le meten todas las ganas del mundo, como si su pago dependiera solo de su  desempeño en esos partidos , en vez de su trabajo  en la obra.

Deberíamos aprender, como los obreros, a sacar energía  para no frenar después de haber trabajado fuertemente.  Más que eso, es sacar energía para divertirnos en cualquier momento.  Algún día armaré un equipo de banquitas con  unos amigos para echarle un partido a unos obreros.