El título es una variante que me inventé hoy, de otro de los tantos dichos de mi papá, el cual sirve para indicar aquellas ocasiones en las que uno no ve algo; la versión original del mismo es "El toro negro, la noche oscura y yo ciego".
Yo no le voy mucho a eso de la "moda", es decir, nunca me he fijado en tendencias o cosas de ese estilo, lo único que más o menos trato es que la ropa que me pongo, a mis ojos, me combine. Esto puede significar fácilmente que muchas veces me descache combinando mis "prendas vestidoras" según la percepción de otros, pero pues nada que hacer, la vida no es una pasarela de moda.
Hoy cuando me levante cogí unas medias jurando que eran negras. Pues bien, me las puse y cuando llegue a la oficina, tómalo que eran azules, en ese momento me insulte (¿quién no se insulta a si mismo?) y me sentí como ridículo por tener, según mí concepto, un par de medias que no me combinaban con el vestido. Después de un rato me dije a mí mismo, mi persona, mi humanidad (jaja mucha garra yo), ¿que diablos importan las medias?. Me imagino que los personajes que se la pasan mirando las medias de los demás a ver si combinan con el resto de su ropa deben ser muy pocos y muy bobitos o muy extraños por decirlo de alguna manera, y a la larga ¿que coños me importa a mí saber el concepto de otra persona sobre la combinación de los colores de la ropa que llevo puesta?
De todas maneras ¡Tenga cuidado con el toro negro, la noche oscura y la media azul! estimado lector.