domingo, 30 de septiembre de 2018

¡NO!

Si me los vuelvo a encontrar en otro sueño les diría ¡NO! ¿A quiénes?, a esos personajes que me propusieron escribir gratis, que si me fijaba bien era una oportunidad que no podía dejar pasar, y a los que por pena o porque me engatusaron muy bien, les dije que sí. 

No estoy seguro si el sueño fue en un estado profundo del mismo o cuando me encontraba en un duermevela febril producto de una sesión de “dormir Netflix”.  

Como casi siempre me ocurre, no recuerdo los diálogos precisos que sostuve, o que sostuvo mi yo del sueño, que muchas veces diferente a uno, ni los rasgos faciales de mis interlocutores, que más bien eran bultos borrosos; en cambio si recuerdo el mal genio que me dio después cuando recapacité sobre ese “sí”, que les di como respuesta, enceguecido, supongo, por el afán de publicar, de ver mi nombre en un papel, de obtener validación externa por lo escrito. 

Conozco muy bien ese tipo de rabia y ahora, despierto, se me vienen a la memoria muchas ocasiones en las que no he dicho lo que estaba pensando por no querer desentonar, por caer bien, guardar la compostura, etc. 

En el sueño, o quizás en el filo que divide ese territorio y la vigilia, después de la reunión, cuando recapacité sobre la respuesta , quise caer en esa escena de nuevo, como esas veces en que parecemos dominar los sucesos del sueño y los vamos acomodando a nuestro antojo, pero no lo logré. 

Espero algún día volver a encontrarme a esos tipejos, a esos bultos de aspecto corporativo, en otro sueño, para gritarles “¡NO!” en la cara. Mientras tanto le deseo suerte s mi yo del sueño en lo que sea que esté escribiendo.