martes, 16 de abril de 2024

Uno más

¿De qué hablo? de un nuevo libro. Uno más que quiero leer. La escritora española Marina Perezagua publicó una foto de él en su cuenta de Facebook y escribió: Bello. Brillante. literatura.

Hablo de knife, Meditations after an attempted murder, el último libro de Salman Rushdie, un memoir en el que, imagino, desmenuza el atentado que sufrió y lo lleva a un nivel literario.

De él solo he leído Joseph Anton, el memoir que escribió luego de que el Ayatolá Ruhollah Khomeini lo condenara a muerte por haber escrito los versos satánicos. En ese entonces, ese viejito con mirada de loco y barba poblada le envió un mensaje a todos los musulmanes en el que les indicaba que lo mataran en cualquier lugar en el que se encontraran.

Me siento cercano a Rushdie por ese relato y porque me firmó el libro en una charla que dio en el Hay Festival. Fue una de las mejores charlas de esa edición y me pareció tremendo cómo narra todas las experiencias por las que tuvo que atravesar.

También me gusto que se narró en tercera persona, pues cuando comenzó a escribir el libro en la primera, no le gusto y le pareció un ejercicio algo narciso, además de que no deja de existir cierta distancia antre él y joseph Anton. 

El título de ese libro lo seleccionó por el aprecio que siente hacia los escritores Joseph Conrad y Antón Chejov. Al primero por sus novelas de espías, pues de un momento a otro se vio envuelto en ese mundo, necesitó de un fuerte esquema de seguridad y no dormía más de dos noches en un mismo lugar, y el segundo, pues considera que el escritor ruso sabía retratar la soledad y en esos años de su vida se sintió muy solo.

Me entero que en Knife aparte de narrar en detalle el ataque que sufrió, también es un tributo a su esposa quien lo acompañó durante toda su recuperación.

El título, cuenta Rushdie, es una alegoría al lenguaje, pues este también puede ser un cuchillo que corta hasta llegar a la verdad. “Quería utilizar el poder de la literatura, en general, para responder a este ataque".

Uno más, les digo, uno más para celebrar que Rushdie sigue vivo.