martes, 11 de septiembre de 2012

En mí cara

Hace un tiempo  escribí sobre las experiencias comunes, hoy volví a tener una de esas experiencias.  Estaba en mi cuarto y sonó el teléfono varias veces,  me paré a contestarlo y  lo descolgué para decir "¿Aló?", inmediatamente la persona al otro lado colgó.

Después de ese episodio uno termina sintiéndose como ridículo, como pensando "me vieron la cara de pendejo" y me imagino a la otra persona desde  donde quiera que sea que marco, riendo y pensando "¡Tómalo!, en tu cara imbécil".

Pero aparte de eso, dicha situación me genera una serie de interrogantes:  ¿Quién era la persona que llamó?  ¿Esperaba que le contestara otra persona?  ¿ Metió el dedo mal y se equivocó? ¿por qué la persona no se decidió a hablar?.

La última pregunta es la que más me intriga porque entre la gran variedad de películas mentales que tengo, creo  que lo que me esperaba compartir era supremamente importante, tanto, que decidió mejor no decirlo vía telefónica, porque uno nunca sabe donde pueden haber mas oídos.  

Claro está que la única persona que yo quiero que me llame no lo va a hacer. En resumidas cuentas creo que la llamada nunca entró del todo.