sábado, 16 de octubre de 2021

Idealizar

Los seguidores de este blog —solo un decir, de pronto no lo sigue nadie, cosa que no me preocupa mucho, pues siempre he pensado que escribir tiene algo de  egoísta, es decir, se escribe primero para uno, y puede que, con algo de suerte, eso que se escribe le guste a alguien más. Como dice Zableh:” Lo único que tengo que hacer por el resto de mi vida es escribir sin parar así no me publiquen, aunque nadie me lea. O como dice Leila Guerrero en uno de sus artículos citando a Enrique Lihn “porque escribí porque escribí estoy vivo” —deben saber que mi escritor favorito es Juan José Millás.

Hace uno días di con una nota de prensa peculiar sobre él: un chat que sostuvo con sus fans cuando lanzó su novela Dos Mujeres en Praga. Sus seguidores, su fanaticada, digamos, le iba haciendo preguntas que el escritor iba respondiendo, pero muchas veces lo hacia con un tono burlón que rayaba en lo grosero.

Siempre he pensado que Millás es un tipo agradable, con el que sería bueno sentarse a tomar café y hablar sobre libros, la vida y la literatura, pero quizá no, quizá es un tarado mala clase, y le tiene fastidio a sus seguidores.

Dicho esto, no lo voy a dejar de leer por eso. Creo que esa es una tarea que debemos hacer los lectores, es decir, aprender a diferenciar las obras de sus autores, y que la calidad literaria no tiene nada que ver con su personalidad. 

Quizá, como leí hace poco, de pronto lo mejor es no conocer a los ídolos para que nunca pierdan esa aura especial que les conferimos.