lunes, 8 de febrero de 2016

Servicio al cliente

Una de las mayores ventajas que presentan las historias es que cuando alguna nos engancha, filtramos los detalles que esta nos da con nuestras propias experiencias y recuerdos; de ahí que logren generarnos fuertes emociones.

Hoy leí una historia y me acorde de esa ocasión en que mi dealer de perros calientes me dio una muestra de lo que es el servicio al cliente.  A veces me ataca un fuerte episodio de hambre cuando  llego de madrugada a la casa.  No sé por qué, pero el hambre a esas horas parece algo de otro mundo, y resulta mucho más violenta si se ha consumido licor.

Un día me paso eso, y entonces llamé al dealer a su celular pero me contesto otra persona, Esta me dijo que le podía hacer el pedido y que  él luego le decía al mensajero cual era. Pedí entonces lo de siempre, un combo perro, y a la media hora el hotdog-dealer llegó a mí casa con el pedido.

Me entregó el paquete en el cual sólo venía el perro y la gaseosa.  Le pregunte que si se había comido las papas en el camino, sonrió y me pregunto  "¿Lo pidió en combo?".  Le contesté que sí e intenté hacer un gesto de "Me extraña la pregunta" que creo no capto.  

Me dijo, "Hermano que pena, deme 15 minutos y le traigo las papas".  Cerré la puerta, y más o menos a los 20 minutos volvió a timbrar.  Me había conseguido las papas, pero las había comprado en El Corral.  no sé a esa hora a cual  habrá ido para conseguirlas, pero queda claro que mi hotdog-dealer tiene si sabe que significa el servicio al cliente.