lunes, 19 de diciembre de 2016

Sin juegos

Pido un taxi el Domingo a las 6 de la tarde y no demora en llegar.  El taxista se llama Alexander y es muy joven.  Arranca la carrera y en la radio suena el partido de la final de fútbol colombiana.

"Mi papa debe estar pegado al televisor" me dice.  Decido en un par de segundos si continuar o no la conversación. No me gusta hablar mucho en los taxis porque me gusta pensar en cualquier cosa mientras miro por la ventana.  Noto que Alexander tiene ganas de hablar y le contesto. "¿Es hincha del Santa Fe?, "No del Tolima" responde con ánimo. " ¿Y usted?" le pregunto. "No, a mi no me llama la atención."

Nos quedamos callados, se nota que hablar de fútbol no es un lugar común comodo para ninguno de los dos. Después de avanzar un par de cuadras por la 68, de repente, como si estuviéramos en plena conversación me dice: "El otro día fui a comprarme el Xbox 360, pero imagínese que solo le sirven los juegos originales.  Ahí lo tengo de adorno.  Me va a tocar trabajar fuerte para comprarme algún juego" 

Le cuento que en San Andresito le ponen un chip para que acepte juegos piratas, pero me responde que ya averiguó y que al que compró no le pueden hacer eso.  Me cuenta, con algo de nostalgia en su voz, que antes era muy aficionado a los video juegos, pero que a los 15 año se convirtió en papá.  "Ahi se me acabo todo eso" concluye.

Cambio de tema y le pregunto hasta que horas piensa trabajar.  "por ahi hasta las 11, le estoy dando desde las 4  de la mañana" luego me cuenta sobre un trancón monumental que hubo en el sector de outlets de las américas. "Mi meta son $300.000, a ver si mañana puedo ir a comprarle algo de ropa a los niños."

Apenas llegamos a mí casa, le digo que si me espera le puedo bajar un juego de Xbox que ya no utilizo.  Entro de afán y evalúo cual le puedo dar, finalmente me decido por el FIFA 2011, no encuentro la caja del disco. 

Ya en la calle le digo: "Ni modo, le toco aficionarse al fútbol", sonríe me da la mano y las gracias.

Ni modo saber si la historia del xbox y de sus hijos es o no verdad pero, en la medida de lo posible, me gusta creer en las personas.  Si no confiamos en nadie nos llevo el putas.