jueves, 20 de noviembre de 2014

TDK de 90

Cuando pienso en un Casete, instántáneamente llega a mi mente la marca TDK, y para ser más preciso, el de capacidad de 90 minutos.

Esos casetes TDK, indiscutiblemente, también están ligados a mis últimos años de colegio.  En ese entonces, inicios de los 90, apareció el Compact disc (Nada lo ha destronado todavía, ¡en tu cara era moderna!). Mi hermano en ese entonces compró, en el San Andresito de la 38 un reproductor Sony muy pequeño.

Comenzó freneticamente, conducta que todavia conserva, a comprar todo la  colección de música que tenía en casetes y acetatos, que con tanto esfuerzo había armado con los hermanos Castillo (tres especies de Kurt Cobain de ese entonces, sin el lado oscuro del suicidio), los vecinos del piso de arriba.

En ese entonces, las ganas de tener discos compactos también me picaron, y comencé a completar las colecciones de Led Zeppelin, Deep Purple (Con Gillan) y Black Sabbath (Con Ozy).  Para poder hacer eso, ahorraba lo que más podía de mi mesada, pero aun así debía esperar un par de meses para tener el dinero suficiente para poder comprar un cd; así que un día se me ocurrió ofrecer en mi curso, servicios de grabación de  música rock en casetes TDK, de la colección de mi hermano, la cual que empezaba a crecer rápidamente, con el valor agregado de pasar las letras a mano (Usted, estimado lector, no se alcanza a imaginar todo lo que se puede  demorar uno copiando las letras de la opera de Tommy).

Creo que esta ha sido la introducción más larga en cualquiera de las entradas que he escrito  ¿Cual es la razón principal para escribir hoy sobre los TDK? Resulta que cuando tenía unos 5 o 6 años, los castillo le prestaron a mi hermano un TDK d 90, que tenía grabado nada más ni nada menos que la medio pendejadita del "Made in Japan".  

Al parecer, una de las premisas para escuchar rock, es ponerlo por encima de los decibeles  que normalmente  acepta el oído humano.  Así que mi hermano en ese entonces ponía el casete del Made in Japan muy duro, y yo, mientras jugaba con mis carritos o faroleaba por el apto escuchaba los gritos agudos de Gillan en Child In Time (La mejor canción del mundo mundial) y el duelo que este también hace con la guitarra en Strange kind of woman.

Desde ahí me enganche a Deep Purple, y ha sido, desde ese entonces, mi grupo favorito.

Mañana los voy a ver en vivo, lo cual llegué a pensar que nunca iba a suceder.  Es probable que no toquen (¿Es mas decente decir interpreten?) muchas de mis canciones preferidas, pues Gillan ya no llega a esos tonos altos y ha perdido su raspy voice. Pero sé que tocarán When a blind man cries, Smoke on the water, Black Night, Highway Star y hasta de pronto Hush.

De todas formas me quedaré sin voz pidiendo a grito herido que toquen Child in time, Fireball, o tal vez sea una noche bizarra y les de por tocar No one came o Into the Fire; mañana lo veremos.

Larga vida a Deep Purple