martes, 6 de agosto de 2013

Llorar

Hace mucho no lloro. Hace unas semanas una situación me puso triste y mientras hablaba con otra persona llegue a ese punto donde la voz se quiebra y queda colgando como de un precipicio, y  si esta  se llega a caer del mismo. es cuando uno rompe en llanto (está expresión  siempre me ha parecido chistosa, usted sabe, yo y mis diversiones baratas).

Me acorde de lo del llanto por mis lentes de contacto.  A veces cuando voy caminando y esta soplando mucha brisa se me meten mugres en los ojos y empiezo a chillar.  Hoy me pasó exactamente eso y pues hay mugres de mugres, es decir, existen esos que entran y salen como si nada, pero hay otros que pretenden incubarse en mis ojos y de ese tipo fue uno de los que se me metió hoy.  Mientras caminaba y secaba mis lagrimas, esperaba que apareciera una mujer tipo Martine MacCutcheon y me preguntara con ese  lovely acento británico, que era lo que me estaba pasando, después de eso nos habríamos enamorado perdidamente, para pasar el resto de la vida juntos.

Queda claro que nada de eso ocurrió; de hecho nadie paso a mi lado en mí momento más critico de la  chillada ficticia a causa del mugre.  Es obvio que ese tipo de eventos solo se dan en las comedias románticas, y está más que comprobado que nuestra vida difiere en gran medida de una película de ese tipo, donde usted se cruza con su media naranja en ese momento donde  los planetas se alinean y el América vuelve a la A (¡vamos mechita!).

Al punto que quiero llegar es que si usted quiere llorar, hágalo sin ningún tipo de remordimiento. Definitivamente es algo que tranquiliza y libera, es como limpiar su cuerpo y mente de un montón de porquerías que se van acumulando.  Claro esta que no solo rompa en llanto, dese también el lujo de romper en risa, alegría, buena vibra, etc.