miércoles, 18 de junio de 2014

Cordialidad

Creo que muy porcas personas son completamente sinceras.  Tal vez si fueramos más directos y no andáramos con tantos rodeos sobre lo que pensamos acerca de una persona o un tema en particular, el mundo funcionaria mejor.

Está claro que en un principio nos costaría aceptar que  nos digan cosas que podríamos calificar como ofensivas, mientras que el otro las califica de sinceras.  Todo porque nos han metido en la cabeza que el ser cordiales debe mandar la parada, que así es como, en la mayoría de los casos, debemos actuar.

Entonces uno en muchas relaciones de su vida termina siendo un completo hipócrita en vez de ser geniunamente cordial.  Por ejemplo cuando entrevistan a un jugador del equipo de fútbol que ganó un partido, y le preguntan sobre el otro equipo, siempre dice cosas buenas sobre el mismo: que fue un rival muy duro, que su equipo sabía muy bien que el partido no iba a estar fácil, bla bla bla; cuando podrían ceñirse a la verdad y simplemente decir que el otro equipo no es tan bueno como ellos, o simplemente que apestan jugando.

Lo mismo ocurre en esos conatos de relaciones sentimentales, donde una persona  le declara el gusto o amor a otra y está la responde con las típicas estupideces de "Solo te veo como un amigo(a)" "No quiero tener nada con nadie por el momento", etc. en vez de decirle al susodicho(a) "mire, usted no me gusta ni un poquito, y no tiene el mínimo chance de involucrarse conmigo sentimentalmente"

Todo porque se supone que la cordialidad debe imperar en nuestras vidas; pero en el momento en que esta atropella a la sinceridad,  no sirve de nada porque estamos siendo falsos.  

Nada mejor que las personas tengan los pantalones suficientes para decir las cosas de frente.  Muy sefuramente al principio dolerá, pero creo que a la larga uno se terminaría acostumbrando.  Preferible  no ser cordiales a ser una tracamanada de asolapados.