jueves, 19 de febrero de 2015

La venta



Trabajar en el área comercial debe ser complicado; por alguna razón es que les deben pagar tanto.  Lo malo de vender, creo yo, es cuando el afán de la venta  derrumba completamente cualquier lazo de amistad,  pues para que la relación con un cliente realmente funcione, siempre debe estar presente dicho aspecto.

Me imagino  que el fracaso de muchos negocios, en parte, se debe a eso, a las  ansías que tienen por facturar, el cierre de la venta, en últimas a ese impulso cegador de forrarse en billete a toda costa.

Esto es mucho peor cuando se presenta no a un nivel corporativo, sino en el de la amistad, cuando alguien se preocupa por uno o muestra afán de saber en qué situación se encuentra, solo con el fin de venderle un producto.  La culpa de esto la tienen todos esos sistemas tipo pirámide (para mí lo seguirán siendo así sus defensores digan que no lo son) y sus productos maravillosos que sirven para aliviar desde una simple rasquiña hasta prevenir el cáncer.

Si alguien quiere verme, que sea para tomarnos un café, cerveza, chirrinchi, etc. y hablar basura, no para venderme uno de esos productos milagrosos tipo indio amazónico.