lunes, 28 de septiembre de 2015

¿Hablar o Callar?

Jueves de la semana pasada.  Me siento a almorzar y en la mesa de al lado se encuentra una pareja, supongo que de esposos.  Después de un rato, me doy cuenta que ambos, mientras mastican, no cruzan ni media palabra, y no precisamente porque tengan sus bocas llenas.

Me da por pensar que no son humanos y que son seres capaces de comunicarse telepáticamente  eso explicaría su extraño comportamiento.  También pienso que de pronto están agarrados por algo, vaya a saber que, digamos que el hombre dejo claro que su suegra siempre le ha caído como una patada en el trasero, un tema de conversación que le dio por tocar cuando le estaba echando bronceador en la espalda a su mujer.

La mujer que lleva unos shorts de Jean y una camiseta de rayas horizontales de diferentes colores, mira fijamente su plato, mientras revuelve la comida con el tenedor.  El hombre parece mirar al horizonte, no deja de mover repetidamente su pie izquierdo como si tuviera un tic o quisiera despertar su pierna.  Para mí ese movimiento repetitivo sólo significa una cosa: Quiero largarme cuanto antes de este comedor.

No hablan, no dicen nada, ni siquiera acuden a esos lugares comunes como el clima  ¿De eso se trata una relación?  ¿De no decir nada y  pensar, quién sabe que, sobre la otra persona?   ¿Por qué no se ríen, se cuentan algo, o por lo menos se putean para saber que por lo menos sienten odio hacia el otro?

Más tarde en otra mesa, una pareja de Chilenos se encuentran jugando a lo mismo, en esta ocasión el hombre decide hablarle a la mujer, y en ese tono cantadito que los identifica le pregunta a manera de reclamo que por qué puso la cámara encima de la mesa, justo donde estaba mojado.  La mujer le respondió algo que se puede resumir en "Bueno, nos calmamos todos" y el hombre se quedó sin argumentos para seguir alegando, finalmente acompaña a la hija al baño, y yo me voy antes de que vuelva.

Me imagino que en ambos casos sabían cuando debían hablar y cuando no, pero yo la verdad prefiero que me puteen, que tener que aguantarme la indiferencia y desidia de mi pareja.