martes, 30 de diciembre de 2014

¿Estrella o Papa Noél?

La semana pasada hice galletas de navidad.  Hace mucho tiempo, cuando estaba en primaria, con mis hermanas y unas primas hicimos más de 500 para vender.  Hace 2 años con un primo no hicimos la misma cantidad, pero si las vendimos todas y ganamos buena plata.  En Diciembre del año pasado no hice, y este hice sólo dos recetas (unas 40 galletas aproximadamente).  Siempre será un plan que me relaja mucho, y en medio de mi casi nulo conocimiento culinario, creo que me quedan bien.

Después de mezclar los ingredientes y tener la masa lista, se debe coger un pedazo y amasarla hasta que quede extendida hasta donde de, dependiendo del grosor que se quiera para las galletas.  Una vez se logra esto, tarea dispendiosa a veces, pues la masa se quiebra o se pega al rodillo, se comienza a cortar la masa extendida con los moldes de las galletas.

Casi siempre el primer molde que suelo poner sobre la masa es uno de los que me gustan mucho: un papa Noél con una barba gigante, un muñeco de nieve alargado con un gran sombrero, una hoja, que es jodidísima de retirar de la mesa y que casi siempre se quiebra, etc.  

A medida que uno va poniendo los moldes, al final siempre queda un pequeño espacio de masa donde se debe poner un molde que quepa justo ahí, no por gusto sino porque son los únicos que caben.  Uno de esos moldes es el de una estrella.

El punto es que uno debe optar por ser un Papá noél o un muñeco de Nieve, es decir, que al momento de emprender cualquier tipo de proyecto, las personas siempre piensen en uno, y nos tengan presente como uno de los recursos indispensables; en cambio  de ser esa estrella que paradojicamente no le hace honor a su nombre y se utiliza únicamente para rellenar un espacio.