En esta entrada dije que somos una especie de robots, y pensándolo bien a veces hasta sería mejor que lo fuéramos, o por lo menos en alguna proporción.
En la mayoría de sus relaciones del día a día, se encuentran dos tipos de personas: Aquellos por los cuales usted realmente se preocupa y esos otros que a usted ni le va ni le viene lo que hagan. Esta forma de pensamiento obviamente no incluye a Buda, Jesús, Ghandi, La madre Teresa de Calcuta, etc.
El otro día me habló un bobazo que lo tengo catalogado en el segundo grupo, aquí es cuando yo me pregunto ¿Porque hay personas que viven pendiente de la vida de uno? ¿no les basta con la propia?. Ahora bien, no es que yo me crea lo último en guarachas y llame la atención de miles de personas, pero en serio me fastidian esos personajes que viven consultando cosas sobre temas personales, que no les deberían importar en lo más mínimo.
Todo termina por convertirse en un círculo vicioso que va de la envidia al chisme y vice versa. ¡por favor señoras y señores!, bien lo dijo el filosofo Mccartney, vivan y dejen morir. Además cuando usted quiere estar al tanto de las actividades de una persona que pertenece al bando de los "Ni me van ni me vienen", le está dando una importancia exagerada a alguien, energía que podría aprovechar en cualquier otra actividad.
Por eso si fuéramos robots no andaríamos con tantas pendejadas para relacionarnos y el mundo sería un mejor lugar.
