miércoles, 5 de octubre de 2016

Chaquetas, "Te quiero" en danés y Estonia

Hace unos días mi computador decidió no arrancar su sistema operativo, desde ese episodio me da algo de miedo prenderlo, pues pienso que en cualquier momento va a dejar de funcionar; ya tiene sus años y posiblemente está sacando la mano. 

Hoy lo prendí y funcionó normalmente. El primer aviso que me dio "Cortana", un asistente virtual que nunca pedí, fue el siguiente:

 ¿Necesitas saber si te hace falta una chaqueta?
 ¿Cómo decir te quiero en danés? o
 ¿Cuál es la superficie de Estonia?
¡Pregúntamelo!

¿En qué momento mis búsquedas o información en la red indujeron ese tipo de preguntas? la tecnología en realidad asusta, nos tiene en sus garras y no hay forma de librarnos de ella.  Llevo tres días utilizando un buzo ligero azul y un saco gris; no es que quiera alardear sobre eso, pero  ahora entiendo la practicidad de no tener que decidir qué  ropa a utilizar al inicio del día.  ¿Se dio cuenta mi computador de esa conducta y ahora quiere fomentar un hábito de consumo preguntándome si me hace falta una chaqueta? que extraño es todo.

 ¿"Te quiero" en danés?   ¿qué diablos pasa? me aterra la supuesta no conexión entre una pregunta y la  otra, pues de seguro existe alguna.  Siempre hay relaciones o puntos de conexión que no vemos.  Ese  otro lado que les conté. 

No necesito saber cómo decir "Te quiero" en danés, no tengo planes de mudarme a Dinamarca, y no veo la necesidad práctica de aprender ese juego de palabras corto  repleto de significado y hasta peligroso.  Ya lo sé decir, en español, inglés, Alemán y Fines (Rakastan sinua

Laspalabras en ese idioma me las enseño Isabel, una mujer que vio unas materias conmigo en los primeros semestres de universidad y que luego decidió estudiar medicina.  Nunca tuve nada con ella, pero en alguna de nuestras conversaciones me comentó que había estado de intercambio  en Finlandia.  Me imagino que le pedi que me enseñara a decir algo  en esa lengua, de seguro una grosería pues siempre es lo primero que queremos aprender en otro idioma; y eso fue lo que me enseñó. 

Guardé, esas palabras, quién sabe por qué, en mi cabeza sin ningún problema.  Tal vez mi supuesta media naranja, alma gemela, etc. vive en Finlandia y es lo único que necesito saber de ese idioma.

No tengo nada que decir sobre la superficie de Estonia.