viernes, 4 de octubre de 2013

Horarios

Otra de las tantas frases sonsas que solemos utilizar y que tenemos rayada en las paredes de nuestras cabezas es "al que madruga Dios le ayuda". No creo que esté científicamente comprobado que aquel ser o ente todopoderoso en el cual cada uno confía, ayude cuando se madruga. Por otro lado ¿quien ayuda a los que no creen en Dios?

Yo he tenido tanto días perros como días buenos cuando madrugo y de igual forma cuando me he despertado tarde. Imagínese no más la siguiente situación estimado lector: si un sicario madruga el día en que va a matar a una persona y cumple con éxito su cometido ¿entonces Dios lo ayudo?, la frase definitivamente se hace zancadilla por si sola.

Lo que si considero que está claro es que uno por las mañanas; diga usted las primeras 6-7 horas después de levantarse, está mas fresco y "agarra" la información que día a día le bombardea el mundo (personas, medios, más allá y más acá) mucho más fácil. 

Sigo sin entender quien fue el desalmado que se invento las clases justo después del almuerzo; uno a esa hora solo quiere cerrar los ojos por unos minutos y si es posible entrar en un profundo sueño de no más de 15 minutos. He conocido varias personas que afirman tener dicha habilidad; yo creo que solo chicanean porque lo más probable es que uno siga derecho. 

Pero bueno, cada cual tendrá sus horarios para practicar su tumbao personal de la mejor manera que le parezca, el punto radica en que algunos funcionarán mejor levantándose temprano y otros tarde. Yo creo que el equilibrio de horario mundial se encuentra en la diferencia horaria entre los países y en esas horas que pierden o ganan las personas trasportándose de un lado al otro, de ahí la importancia del Jetlag.