jueves, 23 de agosto de 2012

Haga respetar su brazo

Hace unos días monte en avión de noche.  Fue un vuelo corto, el cual afortunadamnte salió a la hora programada.  Una vez en el avión me senté en mi puesto que resulto ser el de la mitad.

Al instante llego mi compañero X del puesto de mi lado derecho y saludo, cosa rara porque las personas casi siempre andan con cara de puño y si uno los mira, tal vez le devuelven una mirada con rabia, como pensado "Que me mira hijue... le gusto, le debo o que".

Pues bien este señor después del saludo, se sentó muy placidamente en su silla, mas bien se desparramó en la misma.  ¿y que pasó cuando hizo eso?  pues que muy tranquilito ocupo con su brazo izquierdo todo el brazo derecho de mi puesto, el cual resulta ser también el brazo izquierdo el puesto de el, pero eso no viene al caso.

El señor, tipejo, man, llámelo como quiera se abrocho el cinturón, se durmió y empezó a roncar.  Yo creo que usted  ha experimentado esa situación, en la cual se siente ridículo porque no tiene donde apoyar el brazo y entonces se inclina un poco hacia adelante adoptando una posición realmente incomoda.

Casi siempre que me pasa eso, espero el momento en que la persona este distraida y pongo mi brazo con propiedad en el brazo de la silla, pero como este señor llamo a su AmorT y acto seguido entró en un estado de sueño profundo, pues me dejo con las ganas de reclamar el brazo de la silla. También recuerdo que una vez una viejita en cine puso un tinto donde yo iba a poner mi vaso de gaseosa.  ¡Por favor señoras y señores! aprendamos a respetar el brazo de la sillla de la persona  que se sienta a su lado.