miércoles, 2 de abril de 2014

No somos mochos

 Tony Iommi, guitarrista de Black Sabbath, perdió dos dedos (mayor y anular) de su mano derecha en un accidente. No estoy mencionándole a cualquier banda y a cualquier guitarrista; fácilmente esta puede haber sido una de las agrupaciones que estableció las bases para lo que conocemos hoy como Metal y sus diferentes ramificaciones; pero no lo ciñamos solo al metal, sino digamos rock, el cual no me gusta catalogarlo en géneros.

El hombre, en medio de semejante tajonazo literal de la vida, buscó el consejo de un amigo gitano que también tocaba guitarra y habia perdido la movilidad de sus dedos debido a un icendio.  Este le recomendó que no fuera tan imbécil de dejar la guitarra; evento afortunadisimo para la humanidad.

Considero los solos de Iommi algo frenéticos, pero tienen mucha fuerza y como casi siempre suele ocurrir; también su marca personal, es decir, así el guitarrista más virtuoso del planeta toque a la perfección uno de sus solos; nunca va a sonar igual.

Iommi escasamente habrá llorado cuando perdió los dedos, de resto el tipo ha dedicado su existencia a la guitarra. Nosotros con nuestro cuerpo intacto; parece que le tenemos miedo a la vida. Siempre estamos esperando que los planetas se alineen para dar el siguiente paso; queremos ir sobreseguro, porque parece ser que las palabras riesgo y cambio pertenecen a un idioma que no comprendemos.

Muchos de nuestros proyectos están mochos por plata, ideas,  recursos, etc. pero a diferencia de iommi muchas veces nos auto-mochamos la confianza.