lunes, 10 de julio de 2023

En lontananza

Lontananza es una palabra que proviene del italiano. En una pintura, por ejemplo, tiene que ver con aquello que está alejado del plano principal, es decir los límites del fondo de una obra.

Si no se es artista el término se puede utilizar para referirse a cosas que no se distinguen muy bien porque están muy lejos. En lontananza no significa otra cosa que: a lo lejos.

Eso hago, estoy en la cima de una colina y tengo la mirada perdida en lontananza. Imagino que el panorama de verdes que se despliega ante mí los tiene todos. En las montañas de enfrente se alcanzan a ver parches claros de solo pasto y luego otros más oscuros formados por, imagino, árboles de quién sabe qué tipo.

Una de las mejores cosas del momento es escuchar como el viento agita el follaje de los árboles cercanos y produce un sonido similar al oleaje del mar, a olas que se estrellan contra la orilla y luego se repliegan.

A ese sonido lo acompaña el de los pájaros que nunca se cansan de trinar y a lo lejos se escucha a perros ladrar, a ratos suenan pocos y luego, de repente, viene un estallido de ladridos al que se suman todos, como si se estuvieran comunicando algo importante.

Lejos muy lejos, en lontananza, valga la redundancia, veo casas blancas con techos rojos en las laderas de las montañas. Intento imaginar cómo será la vida de las personas que viven ahí, qué hacen, qué comen, cada cuánto bajan al pueblo más cercano para comprar comida o si son autosostenibles y no necesitan de ningún tipo de civilización.

Deben llevar una vida pausada, con pocas agitaciones y pertenencias, solo su casita y una estufa pequeña en donde cocinar el café de por la mañana. Supongo que apenas está listo salen a su puerta a tomarlo con una ruana encima y se ponen a mirar a lontananza.

Ahora fijo mi vista en un ternero, negro como la noche, que está pastando en un prado. Cada tanto levanta su cabeza y mira algo, ¿qué será? Luego vuelve a su tarea, libre, creo, de toda preocupación.

Cada que puedan miren en lontananza. Se siente que se hace mucho así parezca que no se está haciendo nada.